23 enero 2008

Porque el corazón no quiere entonar más retiradas

Agradezco a los/as amigos/as su cariño, muestras de adhesión y solidaridad desinteresada. Es muy rico y gratificante sentirse parte de algo, de una idea con sentimiento, de un colectivo que, aunque virtual, está ahí respaldando, ofreciendo una escucha activa, crítica y constructiva para seguir, para persistir.

La ida de mi tío Máximo, cercano y lejano a la vez, me golpeó en cámara lenta y aún me cuesta recuperar el aliento, la razón tranquila, la perspectiva de que esto forma parte de la vida. Quisiera con mi escritura, sino transformar, al menos evitar que ciertas cosas ocurran. Y frente a la inminencia desproporcionada de la muerte sentí mi escritura impotente. Y no deseo plasmar reflexiones por un acto de vanidad, de protagonismo que no me interesa ni busco. Cada columna que escribo lo hago desde el impulso que me nace del estómago, pero filtrado por el corazón y finalmente por la razón con preocupación por el mensaje y por la estética, por el cómo decir para llegar, conmover, ojalá movilizar. Frente a la muerte sentí, y siento aún pero con menos fuerza gracias a muchos mensajes particulares y públicos que me han llegado de aliento, que no había nada más que hacer que guardar silencio.

Pero con ello, con el silencio autoimpuesto, no se rompe nada, no se yergue nada de la nada. Hacen falta voces, oídos, ruidos, sonidos, música, llantos y carcajadas para darle cabida a la vida. De esa tropa me siento parte, de los que invitan a vivir la vida intensamente. De ahí me quiero volver a colgar de a poco, letra a letra, caricia a caricia, para recargar los motores de ternura y pasión, porque convicciones las tenemos de sobra. De a poco, piano piano volverá a salir la voz aunque sea en sordina, como en la trompeta de Miles Davis, como en la voz quebrada de Bob Dylan, como en los rasgueos de Victor o el metal tranquilo de Allende.

A redoblar la esperanza. Sí. Cien veces sí. Gracias por el palmotazo en la espalda, por el necesario aventón, por la sonrisa y la espera activa. Porque el corazón no quiere, entonar más retiradas...



A REDOBLAR (Grupo Rumbo, del maravilloso Uruguay)

Volverá la alegría
a enredarse con tu voz.
A medirse en tus manos
y a apoyarse en tu sudor.
Borrará duras muecas pintadas
sobre un frágil cartón de silencio
y el aliento de murga saldrá...

A redoblar, a redoblar.....
A redoblar muchachos esta noche,
cada cual sobre su sombra,
cada cual sobre su asombro
a redoblar, desterrando,
desterrando la falsa emoción,
el "la-la-la", el beso fugaz,
la mascarita de la fe.
A redoblar muchachos que la noche
nos presta sus camiones
y en su espalda de balcones
y zaguán, nos esperan,
nos esperan otros redoblantes,
otra voz, harta de sentir,
la mordedura del dolor.

A redoblar muchachos la esperanza.
Que su latido insista
en nuestra sangre
para que ésta nunca olvide su rumbo.

Porque el corazón no quiere
entonar más retiradas...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso! Todos juntos a redoblar las esperanzas. El metal tranquilo de la voz de Salvador, el canto de V�ctor, la poes�a de Pablo y el ejemplo de los ca�dos nos otorga la fuerza que no poseen aquellos que est�n por el olvido y la impunidad. Venceremos a la mentira , el oportunismo y la traici�n.
Gracias Manuel, por tu entrega, consecuencia y solidaridad.

Anónimo dijo...

Grande Manuel , no desjes de escribir , un pais sin Verdad Y jJUSTICIA no funciona , mis eternos cariños desde mi amado VALPARAISO.


LA GATA ACTIVISTA!!!!!!

Anónimo dijo...

Manuel Guerrero:

Espero seguir manteniendo contacto a través de tus mensajes tan oportunos comprometidos y precisos.

En todo caso creo que te das cuentas que la semilla que cada día siembras se ha transformado en un gran árbol con muchas ramas ya que tus mensajes se reenvían a la vez a nuestr@s amigo@s.

Eres un buen escritor y comprometivo por las luchas sociales de nuestro pueblo. Que bueno que existas, nunca cambies, porque al igual que tú cada una de las pesonas que recibimos tus denuncias tenemos una historia por detrás no muy distinta a la tuya.

Anónimo dijo...

Gracias por ser y estar

Anónimo dijo...

putas, por fin primó tu apellido !!!! Vamos Guerrero de la paz y la vida, Claudio.

Paula Abril dijo...

Mauel me alegre infinitamente al ver que no te retirarias del mundo cibernetico a tus aposentos a llorar la partida de tu amado tio...por el cual te doy me sentido pesame (aunque no me onozcas) porque conozco de cerca la tragedia del cancer y la muerte.
Me voy al carnaval de uruguay a ver Murga ...alla me acordare de esta maravillosa murga y de tu no retirada.
Un Abrazo, Paula

Anónimo dijo...

………………………..Respetando tu silencio por el espacio dejado por Máximo, deseo a toda la familia Guerrero Ceballos, conformidad ante este nuevo dolor y a ti especialmente agradecimientos por mantener viva la historia de esta familia cálida a través de tu blog. Un fuerte abrazo a Gabriela y Mikis y fuerza al resto de sus hijos que no conocí.
Adiós Máximo, dejas un espacio que no se podrá llenar, pero tú, Feliz con el reencuentro junto a tus seres queridos. Descansa, amigo.
Una Amiga de la Familia