Con gases abortivos
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14 julio 2011
Presentación: Realidad de la Educación en Chile
13 julio 2011
Infórmate: Petitorio Nacional de los Estudiantes Secundarios
La Anto sopla sus 9 velitas
Junto a sus bisabuelos pide sus tres deseos
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Declaración: Colegio de Matronas adhiere a Paro Social x la Educación 14J
Declaración: Acuerdos Claustro Triestamental Fac. de Medicina U de Chile
12 julio 2011
Patricio Bañados: Se acaba la fiesta
Me trajo a la memoria un documental sobre la Revolución de los Pingüinos – jamás mostrado en televisión, por supuesto – que pude ver en exhibición privada hace algunos años. En una de sus secuencias la cámara entra con dos estudiantes a la casa de un conocido senador de la Concertación que los ha invitado para tratar el tema. Al entrar al living y ver la decoración, mobiliario, lámparas y tapices, uno le dice al otro en voz apenas audible: “Aquí están nuestros impuestos”.
La clase política, sorda, ciega, y por desgracia no también muda, no logra entender lo que está pasando. Sigue sacando ridículos cálculos electorales que sólo a ella interesan o tratando de sumarse a última hora a movimientos que no fue capaz de iniciar ni anticipar. No logra entender que detrás del descontento que revienta un día por la educación, otro por la ecología, otro por el cobre, se encuentra básicamente la rebelión contra un sistema impuesto a culatazos y que transformó las necesidades básicas de la población en rentables negocios para una clase privilegiada.
Ese fatuo maridaje que nos ha gobernado más de veinte años, hoy con toda clase de intereses comunes entrelazados, es incapaz de comprender que está asomando a la luz pública, encontrando por fin una manera de expresarse, un malestar ciudadano latente desde hace largo tiempo y que va mucho más allá de las demandas puntuales que lo aglutinan.
11 julio 2011
Resultados Encuesta Adimark. ¿En busca de la nueva forma de gobernar 2.0?
Los resultados conocidos a comienzos de esta semana a partir de los datos de la encuesta CERC y los que hoy conocemos de Adimark, muestran que el bajo apoyo y el abultado rechazo al Gobierno (evaluación que se extiende en general a la clase política) no responde a la coyuntura, a malos manejos puntuales o al costo político que significa tomar decisiones de carácter estructural, cuyos resultados sólo se pueden observar a largo plazo. Más bien, aquí nos encontramos con un problema de fondo, simplemente sectores importantes de la población están perdiendo el miedo y se aburrieron de que mientras el país sigue creciendo a ellos les llega sólo el residuo de ese crecimiento.
Hay un hastío que progresivamente empieza a ser general. No se concibe como la educación puede ser entregada a manos del mercado y se convierte en un negocio más. No se concibe como puede existir una discusión tan pobre y estrecha en torno al reajuste del salario mínimo, en donde año a año se utilizan los mismos argumentos para frenar aumentos que se relacionen con el ethos de un país. No se entiende como se destinan tan pocas energías a denunciar el caso La Polar e investigar al resto de la industria subprime a la chilena y se invierte tanto tiempo en argumentar que cambios superiores a $10 mil en el salario mínimo generarán una debacle de proporciones en las cifras de desempleo.
Y lo que quizás es más importante y engloba a las distintas razones que explican el malestar de la población, es que con urgencia se demandan reformas políticas, donde la participación real de las personas y las organizaciones se traduzca en un proyecto país integral que saque a Chile de la lógica del negociado y lo transforme en un país serio, con políticas de largo plazo y donde el desarrollo efectivamente sea un concepto lleno de contenido, para que en un mediano plazo el malestar se transforme en bienestar.
El rechazo se ha manifestado con gran fuerza en las encuestas y en las calles, no tanto porque este gobierno se esté comportando diametralmente distinto a los gobiernos de la Concertación, sino que porque las autoridades de esta administración encarnan sin ambigüedades la cultura del subdesarrollo, del individualismo y de los conflictos de interés que los gobiernos anteriores supieron hábilmente disimular.
La pésima política del Financiamiento Compartido en Educación de 1993, pasó inadvertida en su momento con los importantes reajustes que se hicieron al salario mínimo, los ritmos propios de la transición y la baja base social de comparación que existía.
La política del Crédito con Aval del Estado (CAE) creado el 2006 y sus nefastas consecuencias en los niveles de endeudamiento de los estudiantes que se empezarán a observar en ejercicio en la generación CAE del 2012, no generó repudio nacional, ya que al mismo tiempo se comenzaba a preparar los cimientos de la Reforma Previsional que se aprobaría unos años después.
Finalmente, las importantes reformas a la Justicia Laboral, también ayudaron a contener los urgentes cambios que se requieren en materia de sindicalización, negociación colectiva, sistema de gratificaciones, multirut y otros tantos que posibilitarían que los trabajadores puedan disputar en igualdad de condiciones las altas utilidades generadas por las empresas año a año (el 2010, las 570 compañías de la bolsa presentaron un aumento de 28% de sus ganancias).
Esta vez, la población (que espera transformarse en ciudadanía) ya no está contenida, porque ve que el Gobierno es administrado por sus propios dueños, una empresa familiar que tiene a Chile entre los 12 países más desiguales del mundo en términos de distribución del ingreso, y donde el ingreso autónomo por persona en el 5% de los hogares más ricos es 830 veces mayor a lo que puede obtener el 5% más pobre.
La filosofía de los subsidios focalizados del actual Gobierno está haciendo aguas por todos lados. La población quiere que se le retribuya decentemente (éticamente?) por su trabajo, quiere empleos de calidad (los empleos creados a la fecha son preponderantemente precarios), busca derechos universales, recuperar el sentido genuino de los bienes públicos como la salud y la educación y por supuesto demanda participación real en un país agreste, donde las personas no confían en el otro ni en las instituciones.
El futuro viene muy complicado para este gobierno y la clase política en general. Las reformas anunciadas en educación, parecen no haber tenido ningún eco, el reemplazo del Sueldo Ético por el Ingreso Ético Familar (lo que implica trasladar la responsabilidad desde las empresas al Estado) también traerá serios problemas en la discusión política. Y sin ir más lejos, por primera vez, la discusión sobre el reajuste al salario mínimo no se resuelve en los plazos previstos y la responsabilidad final quedará en manos del Presidente Piñera vía veto.
El país empieza a rechazar la cultura de la negociación colectiva empresarial, donde siempre se termina entregando y ofreciendo el raspado de la olla, buscando la imposición de salarios y condiciones y convirtiendo las abultadas cifras azules en extraños argumentos como “no es el momento de subir los salarios”
La familia chilena está dañada, endeudada, mal tratada. Las encuestas al parecer nos dicen que se necesita con urgencia ordenar la casa, volver a los orígenes, recordar que todos los hijos necesitan ser tratados con el mismo cuidado. No se trata de pesos más o pesos menos, se trata de un cambio profundo en la lógica de pensar y hacer las cosas. Lo complejo es que ya se escuchan las nuevas demandas y todas son estructurales: Aumento en la carga tributaria, renacionalización del cobre, asamblea constituyente, entre otras, demandas a las cuales ya se han plegado algunos parlamentarios de la Concertación.
Por tanto, ¿qué debería hacer este Gobierno para recuperar aprobación y bajar su rechazo?, ¿Cómo se las arreglará para recuperar las confianzas?, ¿Cuál será la nueva forma de gobernar? Las respuestas son difíciles, pero sin duda debe haber respuestas…
FUENTE: Fundación SOL, Encuesta ADIMARK (publicada 07/07/2011 vía La Tercera - archivo formato PDF 58 páginas)
10 julio 2011
El país más joven del mundo
Ayer, 9 de julio de 2011, un nueva nación se sumó a la larga lista de estados independientes que pueblan la Tierra. Sudán del Sur es, desde ayer mismo, el cuadragésimo primer país más grande del mundo, con más de seiscientos mil kilómetros cuadrados. Sudán, el país del que se han independizado los sursudaneses, deja de ser el país más grande de África (el honor se lo queda Argelia), y desciende de ser el décimo país más grande del mundo hasta el puesto 16. Por población, Sudán del Sur ocupa el puesto número 94 en el mundo, con poco más de ocho millones de habitantes, situándose entre los Emiratos Árabes y Honduras. Sudán, por su parte, baja del puesto 32 al 40 en la lista de los países más poblados del planeta. El país recién nacido se convierte también en el cuadragésimo quinto país sin salida al mar, uniéndose a sus vecinos etíopes, centroafricanos y ugandeses. En total, Sudán del Sur comparte casi cinco mil kilómetros de fronteras con seis países: Sudán, Etiopía, Uganda, Kenia, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana. Hasta aquí la información puramente geográfica, pero, ¿qué viene después?
Celebraciones por la independencia en Juba, capital del país (fuente).
Montar un país desde cero no es una tarea sencilla. Dejando a un lado los enormes problemas económicos, educativos y bélicos que enfrenta el país (sólo en 2011 más de dos mil personas han muerto en choques tribales), un estado necesita himno, bandera, moneda, dominio de Internet, esa clase de cosas. La bandera, como se puede ver en la foto sobre estas líneas, ya es un tema solucionado, se ha usado la del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, y sus colores representan la paz (el blanco, no deja de ser una ironía que la bandera de una guerrilla incluya una mención cromática a la paz), la tierra (verde), el Nilo (azul, evidentemente) y la gente (el negro). La estrella de cinco puntas (la Estrella de Belén, Sudán del Sur es mayoritariamente cristiano) representa la unidad entre los pueblos y etnias del país. El himno del país lo han compuesto este mismo año profesores y estudiantes de la Universidad de Juba. Se llama South Sudan Oyee!, y glorifica a Dios, la patria y los patriotas que murieron luchando por la independencia.
Celebrando la independencia al estilo futbolero (fuente)
Una de las condiciones para la existencia de un Estado como tal es el reconocimiento internacional. El primer país en reconocer a Sudán del Sur fue precisamente Sudán, seguido de Alemania y Egipto. Estados Unidos lo hizo ayer mismo, al igual que China y Gran Bretañajunto con tres docenas de países más, entre ellos España y gran parte de la Unión Europea. El próximo día 13 se debatirá en la ONU la entrada del país en la organización, que será aprobada al día siguiente; la bandera sursudanesa se izará junto con las otras 192 ya existentes en una ceremonia inmediatamente posterior.
La moneda de Sudán del Sur, de momento, sigue siendo la misma que la de su vecino del norte, la libra sudanesa, al igual que los sellos de correos. Durante los próximos meses se comenzarán a valorar los diseños para la libra sursudanesa y para los primeros sellos de correos. Los pasaportes tendrán que esperar a que se resuelvan ciertos acuerdos pendientes con Sudán acerca del derecho de ciudadanía sursudanesa, por lo que, por ahora, también se usarán los del vecino septentrional. Respecto al dominio de Internet, la cosa no es sencilla tampoco. Sudán ya posee el .sd, y el .su, que sería el lógico, estaba asignado a la Unión Soviética. Los sursudaneses han solicitado el .ss (South Sudan), pero las asociaciones mentales con lasSS nazis son inevitables, por lo que parece que la solicitud podría ser rechazada.
Pero el problema de definición e identidad más grave al que se enfrenta Sudán del Sur es básicamente el de dónde empieza y acaba su territorio. Sus fronteras, concretamente las que comparte con el país del que se ha independizado. Tres regiones se mantienen en disputa. Dos de ellas (el estado aún sudanés del Nilo Azul, y los Montes Nuba) supuestamente han de celebrar un referéndum para decidir si se unen a Sudán del Sur o permanecen como hasta ahora, mientras que la tercera, Abyei, está en un estado de disputa tal que pone en peligro la misma paz alcanzada en 2005.
Mapa de los dos Sudanes. En azul, Sudán del Sur. En Rojo, los estados del Nilo Azul y Kordofán del Sur, que podrían unirse en un futuro a Sudán del Sur. En amarillo, Abyei.
Abyei fue uno de los puntos de desencuentro más importantes a la hora de alcanzar los acuerdos de paz de 2005. Es una zona que llegó a aportar el 25% de la producción total de petróleo de Sudán y aunque su aportación se ha ido reduciendo y se cree que sus reservas están cerca de agotarse, por ella pasan varios oleoductos que el Norte quiere seguir controlando. La zona estuvo bajo el control del Sur hasta el pasado mes de mayo, cuando, tras una emboscada en la que murieron 22 soldados sudaneses, el ejército de ese país ocupó a sangre y fuego la región, forzando a más de veinte mil personas a huir hacia el sur. Este hecho fue calificado como acto de guerra por el gobierno sursudanés, y ha obligado a posponer el referéndum en la región, que supuestamente iba a ser simultáneo al que se celebró en enero en el territorio sursudanés. Actualmente el proceso está completamente paralizado, y la tensión entre los dos sudanes es enorme.
La ciudad de Abyei (fuente), destruida por completo, en mayo de 2008, tras choques armados entre los dos sudanes. Los treinta mil residentes de la ciudad tuvieron que huir a campos de refugiados hasta mediados de 2009, cuando comenzó la reconstruicción.
¿Qué futuro le espera a un país en el que el 1,8% de la población ha acabado la escuela primaria, en el que las infraestructuras más básicas son una quimera y en el que la mortalidad infantil alcanza el 10%? Es difícil saberlo, y hay análisis para todos los gustos, pero la mayoría son poco halagüeños. En el discurso de proclamación de la independencia el presidente Kiir afirmó que Sudán del Sur no sería un estado fallido, pero el hecho es que son muchos los que creen que así será. La paz, que depende mucho de sus relaciones con su vecino del norte, será el primer paso. A partir de ahí, buena suerte, sursudaneses.
Fuentes y más información: BBC Mundo (2, 3, 4, 5), Wikipedia (2, 3,4), Washington Post, La Vanguardia, ABC.
Página oficial del Gobierno de Sudán del Sur
Jubanos, un interesante documental de Televisión Española acerca de los sursudaneses que fueron enviados a estudiar a Cuba por John Garang, padre de la independencia del país, y que ahora forman parte de la élite de la nación recién nacida.
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VÍA: Fronterasblog