15 abril 2011

A propósito de la licitación de la Pérgola en Pza Ñuñoa

Querido/a amigo/a,

Seguramente habrás oído acerca de una licitación que fue aprobada en el Concejo Municipal de Ñuñoa respecto de la Pérgola que está ubicada en el lado sur de la Plaza Ñuñoa. Me gustaría conocieras los hechos en forma exhuastiva, por lo que me alargaré un poco, y mi posición y punto de vista en ello. Muchas gracias por darte el tiempo para leer lo que escribo. Siempre es bueno formarse una opinión de modo informado, de primera fuente. No necesariamente vamos a coincidir, pero es importante que tengas las distintas aristas del tema, y una de ellas es la que a continuación comparto contigo.

Saludos fraternos,
Manuel Guerrero

ANTECEDENTES:

- El tema del lado sur de la  Plaza Ñuñoa hay que entenderlo dentro de las transformaciones más amplias del conjunto de la Plaza Ñuñoa, entre Dublé Almeyda hasta la calle 19 de abril.

- El lado norte de la Plaza Ñuñoa, con los 300 estacionamientos subterráneos, más alrededor de una decena de nuevos locales y butics que se abrirán, que se suman a los locales que ya existen, como el Borne, Doña Inés, el Blue, etc., implican un desarrollo y una concentración muy fuerte de gente en ese sector de la Plaza, en detrimento del lado sur -donde está Las Lanzas y unos pocos locales aledaños-, donde al existir prohibición de estacionar en todo el contorno de la Plaza y hasta la calle donde está el Suizo, se verá muy disminuido.

- En términos simples: el crecimiento del lado norte de la Plaza Ñuñoa (estacionamientos, más antiguos y nuevos locales) corre el riesgo de implicar que el lado sur se vacíe de circulación de gente, excepto las familias con niños que van a los juegos, el público fiel a Las Lanzas, y no mucho más, lo que eventualmente puede llevar incluso a que los escasos locales que quedan en el lado sur se vean afectos con el tiempo, pues todo se concentrará -por las facilidades de estacionamiento, por ejemplo- en el lado norte (19 de abril).

- El cambio de la Plaza Ñuñoa, como conjunto (desde Dublé Almeyda por el sur, hasta la calle 19 de abril, por el norte), es una transformación mayor: se están ampliando las veredas por ambos lados, con la idea de volverlo un gran paseo peatonal, con ciclovías conectadas a la red que ya existe (Dr. Johow, Dublé Almeyda por el sur, y Simón Bolivar por el norte), con cierre de circulación de autos a cierta hora de la noche. Al menos es el proyecto que se nos ha ido exponiendo en el Concejo. Esto favorece que la plaza no se convierta solo en un lugar de consumo -como lo es en estos momentos, exceptuando las escasas veces que se ocupa el frontis de la pérgola por algún grupo callejero, algún que otro actividad político cultural, y no es mucho más lo que se hace en ese sector. Ampliando la plaza como un lugar fundamentalmente peatonal, permitirá que se pongan mesas para jugar ajedrez, se instalen en distintos puntos -y no solo pérgola, muy subutilizada por la Municipalidad y la comunidad en general-, que grupos puedan exhibir películas, mostrar su arte, etc. La Plaza crece.

- Por el lado norte, al costado la Municipalidad por Jorge Washington, donde estaba la Corporación de Educación y Salud de la Municipalidad (Edificio Pdte. Gabriel Gonzalez Videla), será convertido en un Café Literario. Por otra parte, por la calle Manuel de Salas, en la continuación de la calle 19 de abril, al otro costado de la Municipalidad, donde hasta ahora estaba la Dirección de Medioambiente, será convertido en Gimnasio Municipal y un posible Auditorio que se construirá. Es decir, el lado Norte de la Plaza sigue creciendo en actividad y circulación y concentración de personas.

Ahí entonces la pregunta es: ¿Y qué pasa con el lado sur de la Plaza?. Veamos qué hay ahí actualmente:

a) La Pérgola, abandonada por todo el mundo (desde la Municipalidad, hasta la comunidad). Solo es ocupada ocasionalmente por gente que duerme ahí a la intemperie, utilizada como hábitat transitorio. Además es utilizada, en una forma muy poco segura, como fuente de electricidad para los carritos que venden libros, y para las muy ocasionales actividades que levanta algún grupo de danza, o un actor circense, o algunas de las actividades político culturales que yo mismo he promocionado (solidaridad con Honduras, Carnaval de todos los barrios, y algunas pocas más), algunas ferias ciudadanas para el 8 de marzo, y no mucho más. La Pérgola está en un estado de abandono y de olvido real, por parte de todo el mundo (autoridad Municipal y la comunidad que no la utiliza prácticamente). El entorno de la Pérgola, los bancos en círculo, tampoco son muy utilizados, excepto en épocas de campaña y las actividades muy ocasionales que se realizan. La Pérgola está ahí, pero subutilizada y abandonada. Las escasas actividades que se realizan, desde hace años en una Pérgola sumida en el abandono, es muy posible que se trasladen ahí donde habrá mayor confluencia de público, es decir al lado norte de la Plza (sector 19 de abril y lado norte de la Pza Ñuñoa).

b) En el lado sur existen además los Baños al lado de los juegos. Es la misma situación: están en el abandono, sucios, subutilizados.

c) Está el anfiteatro, muy poco utilizado, solo ocupado por los jóvenes -lo que está muy bien- que realizan skate, algunos niños que andan en patines y bicicleta, y muy muy pocas veces para alguna actividad circense de algún actor callejero. Ello no obstante cuenta con espacio suficiente y mayor para realizar actividades culturales en una forma más cómoda y con cabida de más gente, que además se puede sentar cómodamente, que la Pérgola. Lo que ocurre es que en el sector del anfiteatro no hay fuente de electricidad, por lo que las escasas actividades que se realizan en el frontis de la Pérgola la gente prefiere realizarlas ahí para poder colgarse de la luz (lo que está muy bien también, pero no es un espacio bien aprovechado).

d) Están los juegos que tienen vida propia, y han ido mejorando con los cambios que se han efectuado.

e) Está la fuente de agua, abandonada y subutilizada como lugar de encuentro y conversación, a diferencia de lo que ocurre con la fuente del lado sur de la Pza Ñuñoa.


SOBRE LA LICITACIÓN: En este contexto, y a partir de este diagnóstico y de transformaciones mayores de la Plaza Ñuñoa como un conjunto, es que Sabat presentó en una sesión de Concejo un proyecto de licitación de la Pérgola, en el que se conserve a la Pérgola en su arquitectura, pero se le de un uso cotidiano mayor, rescatando ese lado de la Plaza que desde hace muchos años está en el abandono, con uso esporádico. El proyecto que presentó, efectivamente era para un lugar de comida, con la idea que esto potenciara la confluencia de gente a ese lado de la plaza, equilibrando lo que ocurrirá en el lado norte.

En esa sesión ME OPUSE al proyecto, pero -ojo, y en esto podemos tener diferencia de opinión- no porque la figura a utilizar fuera una licitación. Ésta es un herramienta de inversión en que un privado, si las reglas están claras desde lo público, efectivamente puede asegurar mejoras en algo que la administración pública por sí misma no genera o no tiene los recursos de distinto para hacer una mejora. No toda licitación es mala por el hecho de ser una licitación. Criticar a una licitación por ser licitación, es un tema ideológico, legítimo, pero que no implica de suyo que vaya en detrimento de la comunidad. Existen muchas licitaciones pésimas, que solo persiguen el lucro privado, no interesando la función de carácter más público que se pasa a ocupar durante un tiempo producto de la inversión que se inyecta. Pero no toda licitación de un bien público es mala por sí misma. Las economías mixtas, y hoy incluso las que mantienen un carácter socialista como Cuba, Vietnam, y otras, admiten las licitaciones como una herramienta más de las que lo público puede verse favorecido. Si parte de la plaza es remodelada y mantenida por un privado durante una cantidad de tiempo, pero el beneficio es público y lo que se hace hoy ahí se potencia aun mas y mejor, no tiene porque ser malo el uso de recursos privados.

Mi opinión al proyecto no fue tampoco porque, aun conservando la estructura de la Pérgola pero incorporada a un proyecto mayor, la Pérgola -en su estado actual e "inmemorial"- sufriera algún tipo de cambio en su uso o transformación. Si bien soy un convencido, y participo activamente, en el valor de lo patrimonial, no soy un conservacionista que piense que todo debe quedar intacto en los tiempos de los tiempos. Menos una plaza. Esta tiene una vida que la cambiando, tanto por el uso que le da la gente, como también por quienes diseñan las políticas en cada período. En ello consiste, además de otros elementos,  la historia de las plazas y las ciudades. Considero cierto tipo de "conservacionismo a ultranza" de corte bastante reaccionario, porque no admite que la ciudad sí puede cambiar, y que es muy bueno que ello ocurra, porque se trata de "organismos vivos". Querer mantener la tradición porque es tradición, no es algo que comparta. Todo puede ser transformado por la acción humana, si hay buenas razones para hacerlo. Hay que estar abiertos a esas nuevas apuestas y aventuras, aunque ello implique correr riesgos y equivocarse. Yo al menos estoy abierto a todo proyecto que intente mejorar y recoger lo que ocurre en distintos sectores. Ello ojalá ocurra en un marco en que haya un diálogo entre la tradición y lo nuevo, entre la memoria y la invención, pero no estoy de acuerdo que nombre del pasado debamos congelar el presente. Por ello mi razón para oponerme al proyecto no fue porque se propusiera, como es facultad de cualquier alcalde, transformar la Pérgola y su uso, sobre todo si se propone mantener su arquitectura, incorporando cambios por cierto.

ME OPUSE en esa ocasión al proyecto, en consecuencia, no porque se ocupara la licitación como instrumento (no tengo un rechazo a priori a este herramienta) ni porque la Pérgola fuese transformada en su uso. Me opuse porque no me pareció lo que se pretendía poner ahí: Un restaurant, un lugar de comida, que no va en la línea de lo que ese sector de la Pza Ñuñoa es: un lugar de encuentro, de conversación, un espacio en el que la mayor parte del tiempo es ocupada por familias con niños/as y por jóvenes, adolescentes en su mayoría, y tercera edad, y por eventuales grupos musicales, de danza y circenses suelen ocuparlo como escenario provisorio. Poner un restaurant, donde los niños quedaran sin la posibilidad de entrar, porque se permite fumar y beber alcohol, me pareció un sinsentido. También por la cantidad de movimiento que implica el mover los alimentos al lugar, los olores que emita la cocina. Estos factores se nos demostró que pueden, técnicamente, ser resueltos (abriendo un subterréneo para la cocina, entre otros). Pero mi tema de fondo era que ahí no es lugar para un lugar de comida, fuese privado o público. Que el tema de fondo, de tener un lugar para las familias y mejorar el uso de ese espacio, dándola mayor dignidad a la Pérgola, que actualmente ha perdido producto del abandono, no pasa por convertirla en restaurant. También se opusieron Pablo Vergara, Maya Fernández Allende y Jaime Castillo.

PROPUSE en esa sesión que en ese lugar se instalara un Café Literario, como el de Providencia, aprovechando el diseño de la Pérgola, y ampliando un poco su radio, tener un lugar donde sí pudieran pasar las familias que van a los juegos, los jóvenes que hacen skate en el "anfiteatro", la tercera edad, e incluso quienes consumen en Las Lanzas y sus alrededores, a leer, tomarse un café, un jugo o un helado, y ver una pequeña obra de teatro, de títeres, cuenta cuentos, o un trío musical, un malabarista, etc. Es decir, dignificar -manteniendo la arquitectura- ese espacio de la Pérgola, pero dándole un uso cultural que hoy no tiene. Propuse que la figura que se utilizara no fuera la licitación necesariamente, sino que pudiera ser administrada por la Corporación Cultural de Ñuñoa (de toda esta discusión hay registro en video, no estoy inventando). Mi contrapropuesta convenció a los demás concejales -incluyendo a los de derecha- y le propusimos al Alcalde que retirara el proyecto, y presentara uno nuevo, porque si no lo recházabamos en bloque (en esa sesión estábamos presente los 8 concejales, todos). Él pidió postergar una semana la decisión, porque le parecía razonable la propuesta, pero ésta era una licitación ya realizada, publicada por diario (es su facultad por ley hacer todo esto), y que no podía retirarlo así como así, pero que a la sesión siguiente iba incorporar cambios al proyecto, de modo de alcanzar un punto medio entre lo que las bases de la licitación señalaban, y lo que yo propuse.

En la ley de Municipalidades que nos rige, el Alcalde es el único que tiene facultad de iniciativa. Esto significa que sólo él puede proponer (con valor legal) y nosotros aprobar o rechazar. Él decide cuándo y cómo y qué presenta como proyecto, y cuándo lo retira. Cuando presenta un proyecto a votación, corren inmediatamente 21 días. Si el Concejo en ese lapso de tiempo no adopta un acuerdo de aprobación o rechazo, lo propuesto por el Alcalde se aprueba en forma automática. Para aprobar o rechazar un proyecto de este tipo, se requiere una mayoría simple, a partir del quórum que haya en la sala (si estamos los 8 concejales más el alcalde, se requiere, para aprobar, que 5 concejales estén a favor, y el proyecto se aprueba. Si hay empate - 4 y 4- el alcalde puede votar, y él dirime. Esto es importante para entender lo que luego sucedió).

La mayoría del Concejo en esa sesión estuvo de acuerdo con que Sabat no retirara el proyecto, y se diera una semana para modificarlo y presentarnos -al miércoles siguiente- una propuesta en que se recogieran los elementos propuestos, pero dentro del proyecto por él presentado. Al miércoles siguiente estábamos a tiempo de rechazar (todavía no caducaban los 21 días), por lo que, con Maya, no nos pareció una mala opción, si él podía mejorar el proyecto.

- Llegó el miércoles siguiente. No asistieron, por viaje y por enfermedad, los Concejales Vergara ni Castillo, pero sí toda la derecha. Es decir, Sabat tenía mayoría en el Concejo para hacer lo que quisiera. Con Maya éramos minoría.

Sin embargo, Sabat, para hacer un gesto de cierta normalidad en el Concejo, si bien presentó el mismo proyecto, propuso que en la Pza Ñuñoa sí hubiera un Café Literario, pero no ese lugar que lo consideró muy pequeño (en parte tiene razón en esto), sino que se ocupara un espacio mayor y más cómodo, y para esto propuso sacar a la Corporación de Educación y Desarrollo Social de donde estaba hasta ahora (en Jorge Washington, al lado de la casa que bordea la Batuta, por el costado oriente de la Muni), y ahí habilitarlo, con administración de la Corporación Cultural de Ñuñoa. Es decir, ganamos un Café Literario que antes no existía en la Pza Ñuñoa, pero no en el lugar de la pérgola.

En ese momento, ocurrió la difícil situación a la que se ven enfrentadas las personas que ocupan cargos como nosotros en este período del Concejo. Con Maya teníamos 2 alternativas: Rechazábamos el proyecto, lo que sería puramente testimonial, porque Sabat tenía los votos para aprobarlo, u ocupábamos la fuerza de nuestros argumentos para convencer a los concejales de la derecha y al propio Sabat, de que el proyecto podía ser mejorado y establecer condiciones que garantizaran, aunque fuera en forma mínima, que el lugar no se convierta en restaurant, por decisión del Concejo. ¿Qué hacíamos? ¿Recházabamos, sin que esto surtiera efecto alguno, o poníamos condiciones? Conversamos con Maya, y decidimos poner condiciones y convencer de que, aún aprobando el proyecto, el Concejo rayara la cancha de lo que ahí iba a suceder. De alguna manera son las reglas de la democracia, que nosotros -aún siendo oposición- también debemos jugar y respetar, aun cuando no estemos de acuerdo a plenitud con lo que se realice. Ellos era mayoría, nosotros minoría. Teníamos derecho a votar rechazo, pero el proyecto se aprobaba igual. Podíamos ocupar nuestra capacidad de persuasión y mejorarlo, y eso decidimos hacer.

Insistimos con Maya que en el lugar de la Pérgola no podía haber un restaurant, y que nuestra posición era que, o se retiraba el proyecto definitivamente (nosotros no teníamos los votos para rechazar) o se establecían condiciones que garantizaran al Concejo que a ese lugar si podrían acceder familias con sus niños. Sabat y los demás concejales nos preguntaron cuáles serían esas condiciones.

Con Maya establecimos 5 condiciones, entre ellas que el Concejo no le iba a otorgar patente de alcohol, que en el lugar estaría prohibido fumar, que los grupos musicales o artísticos pudieran realizar ahí sus actividades, que se habilitara el Anfiteatro de manera que tomara vida cultural, entre otras. Esto garantizaba, a nuestros ojos, que el espacio no se convirtiera en restaurant, sino en un lugar de encuentro de las familias con niños que van a los juegos, que no tuvieran que ir solo al Philipo a comer helado. El proyecto establece que quienes se harán cargo del lugar, renovarán y mantendrán los baños de la Plza, actualmente abandonados. Los concejales de la derecha con Sabat se comprometieron a apoyar nuestras condiciones.

Se llamó a votación y se aprobó el proyecto pero con las condiciones que pusimos, las que fueron acordadas por unanimidad por el Concejo presente en ese momento (faltaron Pablo y Jaime, por viaje y enfermedad). La Pza sigue siendo abierta, pública, con posibilidad de realizar actividades, con acceso a niños y familias, sin venta del alcohol y libre de tabaco (que es lo que garantiza su acceso).

Esta es una decisión, se lo he comentado a mi compañera, que para mi fue muy complicada. No es lo que, si yo fuera Alcalde, hubiera hecho del lugar. Tampoco dejaría la Pérgola tal cual está en el abandono. Ni tampoco, necesariamente -aunque sí hubiese explorado otras alternativas- me cerraría en cualquier materia a la herramienta de la licitación, si las reglas para el privado que participe en un concurso público están muy claras y vayan en beneficio fundamentalmente del bien común. Tengo otra concepción de lo que debiera ser la Plza Ñuñoa como un polo de desarrollo cultural. Pero ser Concejal, y no Alcalde, implica asumir también este tipo de decisiones conflictivas, dentro de un conjunto de reglas, que entre legales y democráticas, implican tomas de posición, en que o en todo asumes una conducta de rechazo a priori de todo lo que se propone, que es de corte más bien testimonial, o estableces prioridades en lo que realmente se debe rechazar en su totalidad -como lo he hecho en muchísimas ocasiones-, y otras materias en que, no siendo del todo tu visión, puedes llegar influir en tu posición de minoría activa, y mejorar lo que se propone y se va a aprobar, sobre todo cuando tienes el quórum de votación en tu contra.

Ojalá tuviésemos mayores canales de comunicación con las redes vecinales, bastante débiles en general, y quienes ocupamos estos cargos de "representación popular", para informarnos y alcanzar acuerdos previos, y no actuar reactivamente a los hechos consumados. Siempre ha sido mi intención, apuesta y disposición a que mi rol pudiera tener un papel más de "vocería" de la ciudadanía activa, que tomar decisiones sobre la marcha. Pero, aunque en algo se ha avanzado en ocasiones, como con Ñuñoa en Movimiento y otras iniciativas parciales y locales, no ha habido un canal de comunicación previa y permanente al momento de tomar decisiones. Cada semana son muchas las materias y cosas que se deciden en el Concejo. Lo ideal es que en esto tengan mayor participación, y ojalá vinculante, los propios afectados por estas decisiones, sin con ello quitar el rol que le corresponde a cada quien en este complejo escenario de la política. Yo estoy abierto a ello.

Así como estoy abierto, como en esta carta, a exponer e informar y dar razón de mis decisiones, también lo estoy para que, en un trabajo conjunto más permanente, podamos debatir antes o en el curso de los acontecimientos, los diagnósticos así como lo que está en juego, y así asumir lo que sea en forma más compartida.

MI COMPROMISO, pienso que demostrado además durante estos dos años de gestión, es DEFENDER, con al apoyo de todos los vecinos, que el sector sur de la Pza Ñuñoa sea potenciado, con más vida ciudadana, que sea ABIERTO y PÚBLICO, que no se transforme en solo un lugar de más pub y restaurantes para consumir, sino que sea verdaderamente un espacio público, con historia y memoria, y abierto a la innovaciones que se puedan realizar, PERO NO AL COSTO DE PERDER SU CARÁCTER DE PLAZA PÚBLICA.

Es mi apuesta, y es lo que he trabajado durante estos dos años de Concejalía a través de las distintas iniciativas en que me he involucrado con mucha fuerza, pasión y dedicación. Un diseño de gestión como la de Sabat, ello solo se logra, sin embargo, en un articulación mucho más potente entre Concejales y Ciudadanía Activa. De lo contrario, serán muchas las iniciativas de este tipo que las inmobiliarias y privados interesados en solo en el lucro, sin nadie que les raye la cancha, continuarán haciéndose de Ñuñoa.

Hice lo que consideré correcto realizar, en las condiciones de la correlación de fuerzas que habían en el momento. No soy infalible ni pretendo serlo. SEGUIRÉ FISCALIZANDO en favor de una Ñuñoa más democrática, participativa, amable y alegre. Si esto lo puedo realizar desde y con los movimientos ciudadanos, mejor que mejor. De paso servirán de brújula también para que las decisiones que tomamos semana a semana y que es mi interés que no ocurran NUNCA de espaldas a nadie, sean las que compartamos. Pero para ello se tiene que constituir tal comunidad, tenemos que abrir los canales de comunicación, apoyo y control mutuos. Hemos hecho esfuerzos compartidos en tal dirección, como Ñuñoa en Movimiento, pero no han sido sistemáticos ni suficientes. Nos falta avanzar mucho más para LOGRAR SINERGIA en nuestros distintos roles. Es perfectamente posible lograr una Concejalía Participativa real, si es que todos aportamos en esa dirección. Es mi invitación y disposición a lograrlo.

Sigo apostando por una Ñuño que nos integre a todos/as, por una comuna que irradie sus tesoros, y no solo movilizados y atentos por una mejor Plza Ñuñoa, sino por lo que ocurre de Av. Grecia hacia el Sur, en Villa Frei, en Villa Olímpica, en la población de los edificios rojos de Salvador con Grecia, y tantos lugares que no están siendo atendidos. Hacia allá he apuntado y seguiré apuntando siempre.

Saludos fraternos, gracias por el interés
Manuel Guerrero
Concejal

14 abril 2011

Atención Ñuñoa! Sábado 16 de abril: Orq Sinfónica de Chile en Liceo Manuel de Salas

¡¡Atención Ñuñoa!! Este sábado 16 de abril, a las 19:00 hrs. ORQUESTA SINFÓNICA DE CHILE en el Liceo Manuel de Salas (Av. Irarrázaval 3780). Entrada Liberada. Organiza Centro de Extensión FECH. Invita Liceo Manuel de Salas. Apoya: Concejal Manuel Guerrero. "Extensiones populares, la cultura para todos y todas". ENTRADA LIBERADA

10 abril 2011

Adiós Sidney Lumet y seguimos asomados a la ventana con el grito a viva voz

Hace pocos días murió el director de cine Sidney Lumet. Aquí un trozo de su peli "Network" de 1976, con la que ganó varios Oscar. La interpelación que nos hace el locutor de TV Howard Beale, que se sale de libreto, es plenamente vigente. Así es que luego de verla, levántense y asómense a la ventana para gritar enfurecidos que...
Slds, Manuel

Por amor al jazz (y la ilustración): La Fuga

La fuga es un homenaje al jazz, al amor, a la dignidad, a los abuelos, y nos recuerda que ellos también han tenido treinta años y toda la vida por delante. Una historia magistralmente narrada… sin palabras. Slds, Manuel.