18 junio 2008

(Declaración) Senadores y Diputados de la Concertación sobre LGE


Gracias a la movilización social las élites políticas comienzan a moverse. Es de esperar que actúan en consecuencia, sino el electorado que les pase la cuenta.
slds,
Manuel.
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UNA OPORTUNIDAD HISTORICA PARA REFORMAR EL SISTEMA EDUCACIONAL

1.- SE REQUIERE PROFUNDIZAR Y MEJORAR EL PROYECTO DE LEY GENERAL DE EDUCACIÓN.
Después de 28 años de funcionamiento, es evidente que el modelo educacional vigente no dio los resultados que sus creadores esperaban. No ha favorecido la calidad y ha generado más desigualdad y segregación. No ha sido adecuado un sistema de competencia entre colegios, con selección de alumnos, con menos recursos para los colegios públicos administrados por los municipios, con fuertes incentivos a la creación de colegios particulares subvencionados y con un Estado con escasas atribuciones.

El "Movimiento Pingüino" del 2006 puso de manifiesto esas falencias, significó un fuerte cuestionamiento a la LOCE y generó un amplio consenso para derogarla e introducir cambios sustantivos.

En ese sentido, lo más importante del actual proyecto LEGE es que fortalece las facultades del Estado para regular a los establecimientos educacionales a través de una Superintendencia de Educación y de una Agencia de Acreditación de la Calidad. Sin embargo, ello no es suficiente para elevar el nivel educacional de los chilenos ni para revertir la desigualdad. Falta un compromiso claro con la educación pública, un énfasis decidido por mejorar la equidad del sistema y mecanismos que aseguren un eficiente control de los recursos invertidos.

Nuestra obligación como parlamentarios es mejorar el proyecto. Así como el acuerdo político no impedía presentar acusaciones constitucionales para destituir a la Ministra de Educación, éste tampoco debe impedir presentar indicaciones ni debatir el texto.

2.- EL SISTEMA EDUCACIONAL CHILENO HA ACUMULADO VALIOSAS CONDICIONES EN ESTOS AÑOS DE DEMOCRACIA.
Durante los últimos años, se ha aumentado significativamente la cobertura educacional. Asimismo, se ha acumulado un fuerte incremento de recursos, insumos educacionales, conectividad, almuerzos escolares, modernización de los edificios y equipamientos, fortalecimiento de la profesión docente, desarrollo curricular y muchos otros pre-requisitos para una buena educación. La subvención preferencial para los alumnos con mayores necesidades y el enorme aumento de salas cunas y jardines infantiles son valiosos avances del Gobierno de la Presidenta Bachelet.

Sin embargo, estas condiciones no han sido suficientes para producir los resultados esperados. Asimismo, es necesario reconocer que se han cometido errores como la expansión del financiamiento compartido (35% del alumnado), lo que si bien generó recursos, segmentó aún más el sistema educacional y no ha tenido un impacto relevante en la calidad. Del mismo modo, no se han enfrentado las dificultades de la administración municipal, que genera desiguales resultados.

3.- LOGRAR UNA BUENA EDUCACIÓN PARA NIÑOS Y JÓVENES VA MÁS ALLÁ DE REFORMAS LEGALES Y NOS COMPETE A TODOS.
Así las cosas, el debate nacional y parlamentario para reformar el sistema educacional es muy necesario. Sin embargo, éste no agota los grandes esfuerzos que la educación chilena necesita. Por ello, junto con las enmiendas legales necesarias, creemos que debe realizarse un esfuerzo sustantivo en las salas de clase.

Más que en la ley, es en las Escuelas y Liceos donde deben maximizarse las oportunidades para que niños y jóvenes desarrollen sus talentos, sus valores, su compromiso con la sociedad, sus conocimientos. Todos los actores del sistema educacional debemos exigirnos en esta perspectiva.

El Ministerio de Educación debe volcarse con todas sus capacidades a apoyar las escuelas públicas. Encabezados por la Ministra, todas las autoridades y funcionarios deben comprometerse en los procesos educativos, aportando y aprendiendo. No puede seguir postergándose la reducción de los alumnos por curso. Debe dotarse a los establecimientos de profesionales que complementen la labor docente y otorgarse espacios para incrementar el deporte, la cultura, los talleres y otras experiencias.

Los profesores hacen un esfuerzo muy valioso que debe apoyarse, permitiendo que desplieguen todos sus talentos y condiciones. El apoyo al trabajo docente debe fortalecerse y diversificarse (visitas de estudios, nutrirse con otras experiencias pedagógicas, etc.). Los profesores deben tener más tiempo para preparar las clases. Los pocos docentes que no cumplen sus obligaciones deben salir del sistema porque dañan a los niños y jóvenes.

Los padres y apoderados y también los estudiantes deben esforzarse mucho más. La educación es un trabajo conjunto. El apoyo y compromiso de los adultos es indispensable para la formación de los menores. El empeño, respeto y motivación de éstos, resulta, también, insustituible.

4.- RECUPERAR Y FORTALECER LA EDUCACION PUBLICA
Como decíamos, el proyecto LEGE tiene aspectos positivos, pero también tiene vacíos y errores estructurales. El principal, es que no se asume el deterioro y caída de la Educación Pública administrada por los municipios, que tiene la obligación de educar a todos, sin seleccionar y sin expulsar estudiantes de sus aulas, que ha sido perjudicada con menos recursos, con la escandalosa desigualdad educativa que ello conlleva y que ha sido objeto, además, de una brutal estigmatización, generando un clima de desánimo en las escuelas y liceos.

Creemos en un sistema mixto de educación, donde coexisten planteles privados, con o sin apoyo estatal, y establecimientos administrados por el Estado. Es absolutamente falso que alguien quiera eliminar o perjudicar a los colegios particulares. Al contrario, con la evolución actual de la matrícula, de no mediar cambios profundos, es la educación pública la que habrá dejado de existir en no más de 40 años, poniendo fin a toda la tradición que enorgulleció al país.

La LEGE es, entonces, la oportunidad para enfrentar a fondo sus problemas. Queremos una educación pública gratuita, de excelencia, pluralista y laica, nacional, integradora, igualitaria y participativa que a lo menos eduque a la mitad de los alumnos. Ello es un requisito para una democracia sólida en un sistema republicano.

Respecto al financiamiento, el Estado debe apoyar a todos los planteles, pero es evidente que tiene una responsabilidad preferente por la Educación Pública, debiendo contar con facultades y capacidades para corregir desigualdades y asegurar resultados equiparables. El gasto en educación por alumno debe ser, a lo menos, similar en los establecimientos públicos y particulares.

En cuando a la administración, los municipios, salvo excepciones, no han gestionado bien las escuelas y liceos. Más aún, la gran mayoría de ellos no posee las condiciones de tamaño que le permitan contar con equipos técnicos para su tarea. Proponemos un sistema descentralizado de Corporaciones Públicas para administrar los planteles estatales.

Por lo dicho, valoramos la indicación introducida por el Ejecutivo en la Comisión de Hacienda y la apoyamos decididamente.

5.- EL DEBATE ES LEGITIMO Y NECESARIO
El desafío principal es lograr una buena enseñanza para los niños y jóvenes chilenos y la tarea de hoy es mejorar el trabajo pedagógico en las salas de clase y las escuelas. Hacemos un llamado a todos los dirigentes del país a contribuir al trabajo pedagógico, educativo y de participación de la comunidad educativa en los establecimientos educacionales públicos.

Asimismo, elaborar un marco normativo, una LEGE, que de cuenta y permita aspirar a superar las deficiencias de la educación chilena y especialmente de la educación pública, es una responsabilidad y obligación de los parlamentarios.

Respetaremos los puntos principales del acuerdo con la Alianza, pero tenemos que profundizar y mejorar el proyecto de Ley General de Educación.

Por ello, los Diputados y Senadores firmantes nos comprometemos a desplegar todas nuestras posibilidades para que en la Cámara de Diputados y en el Senado se realice un debate serio y responsable sobre una Ley General de Educación de Calidad para Chile, en la que se revalorice y fortalezca la Educación Publica.

En este contexto, desplegaremos, además, todos los esfuerzos por integrar a los actores educacionales al debate y a la construcción del nuevo sistema educacional que estamos instalando, sin lo cual cualquier reforma corre el peligro de fracasar.

Valparaíso. 17 de junio de 2008

17 junio 2008

(Declaración) Nueva Izquierda Universitaria ante Ley General de Educación


Frente a la actual situación de la educación y la eventual aprobación de la Ley General de Educación, como Nueva Izquierda Universitaria declaramos:

El actual sistema educativo funciona como una formidable estructura de reproducción de la desigualdad: la calidad de la educación que cada estudiante recibe está directamente relacionada con los recursos que dispone su familia.

Esto no es casual. El sistema se ha basado en una creencia fundamental: el mercado puede ser la piedra angular en el aseguramiento de la calidad. De este modo, ha profundizado la exclusión social y el desigual acceso a una educación de calidad.

La forma en que un país diseña su sistema educacional determina el futuro de éste. No superaremos la escandalosa desigualdad actual si no rediseñamos radicalmente nuestra educación. Cerrar el debate hoy y no actuar para su transformación nos hace cómplices de las desigualdades del futuro. El proyecto de Ley General de Educación que el gobierno ha enviado al Parlamento está lejos de ser la reforma estructural que Chile necesita, tanto por sus silencios como por mantener pilares esenciales de la educación heredada de la dictadura, tales como la selección, el rol pasivo del Estado y la preeminencia de los recursos privados por sobre los públicos, cuya expresión más escandalosa es el denominado “financiamiento compartido”.

Reprochamos la constante actitud política de ignorar las demandas sociales y de obviar la condición de ciudadanía en las transformaciones que el país tanto necesita. Cuando existe la necesidad de un acuerdo nacional, se elige un acuerdo únicamente parlamentario. Cuando estudiantes, maestros, funcionarios y profesionales quieren ser actores en la reforma a la educación, el gobierno les invita a ser meros espectadores en el Congreso. Rechazamos, por tanto, el actual proyecto LGE, al mismo tiempo que proponemos redireccionar el debate público de acuerdo a los siguientes conceptos:

Educación Pública: Se requiere que el Estado asegure, financie y vele por la calidad de un sistema educacional público gratuito que como tal garantice el acceso a toda la población. Las Escuelas Públicas son indispensables para desarrollar una sociedad pluralista y para asegurar estándares de calidad sobre los cuales se construya todo el sistema educativo. No hay ninguna política más efectiva para tener una sociedad integrada y con igualdad de oportunidades que un sistema público educativo de calidad, inclusivo y masivo. Por lo demás, al ser los liceos y colegios públicos los que concentran el mayor número de niños de escasos recursos estos necesitan de un mayor financiamiento para asegurar una efectiva igualdad de oportunidades. Propuesta: Que el Estado tenga una preocupación preferente por la educación pública de modo tal que ésta se constituya en el pilar del sistema educacional chileno.

Discriminación: La LGE mantiene la segmentación social al permitir la selección al cobrar (por tener financiamiento compartido) y la selección por proyecto institucional (según entrevistas, pruebas de selección, religión, condición marital de los padres, entre otros). Creemos que las escuelas no debieran discriminar a sus estudiantes porque va en desmedro de la integración social. Las familias son las que deben elegir los colegios, no al revés. Queremos, por tanto, colegios preocupados de formar a los “mejores alumnos” y no de elegirlos de antemano. Propuesta: Eliminar la selección de cualquier tipo y en cualquier establecimiento.

Lucro y transparencia: En Chile siempre ha habido privados en educación, pero históricamente la causa era la existencia de un proyecto educativo. Hoy esta motivación ya no es universal. Cuando criticamos el lucro es porque nos hacemos la siguiente pregunta ¿Quiénes queremos que otorguen educación? Nuestro sistema requiere de sostenedores que velen por el desarrollo de la educación, cuyo único compromiso sea su proyecto educativo. Propuesta: Que se elimine la posibilidad de lucro, para que de este modo el Estado financie y apoye únicamente las escuelas que tengan como primer objetivo elevar la calidad de la educación a través de la integración social y la participación en sus proyectos educativos, y no a quienes generan utilidades sin reinvertirlas en incrementar la calidad de la educación impartida. Que se transparenten todos los ingresos, gastos y estados financieros de los establecimientos que reciban algún financiamiento público. Que se fiscalice y publique su utilización para los fines que fueron concedidos.

Participación: Construir las escuelas de hoy es pensar la sociedad que queremos para el futuro. No basta sólo con decir, como lo hace la LGE, que los miembros de la comunidad educativa tengan derechos a ser considerados en el proceso educativo. En las escuelas se aprende a vivir en sociedad y por lo tanto se debe estimular la existencia de espacios deliberativos para fortalecer y profundizar la democracia. De este modo, hemos de reforzar el espíritu cívico y democrático de los ciudadanos del futuro. Propuesta: Que las comunidades educativas discutan y elaboren sus Proyectos Educativos con el concurso de todos sus integrantes, con una periodicidad de al menos 6 años. Junto a esto es preciso fortalecer los Consejos Escolares.

Planificación: Hoy existen comunas con sobreoferta de colegios. A su vez, existen sectores con escasez, debido en parte a una falta de planificación y coordinación en la inversión pública y privada de acuerdo a las necesidades poblacionales; problemas de financiamiento que enfrentan los municipios; politización de las prioridades de los administradores en las municipalidades; y la inexistencia de salida por parte de establecimientos de baja calidad. Existe una necesidad por profesionalizar la educación y entregar oportunidades educativas que cambien las condiciones sociales, culturales y económicas de las familias de los alumnos. Propuesta: Fiscalizar la entrada de colegios y evaluar su pertinencia de acuerdo a las necesidades de cada área geográfica para así alcanzar una correcta distribución de las Escuelas.

Municipalización: Los municipios no están hechos para la educación. Además, sus capacidades de recursos y de gestión dependen de la condición socioeconómica de sus habitantes. Es necesario romper la relación entre descentralización y desigualdad entregando mayores recursos a aquellos sectores sociales que más lo necesitan. Propuesta: Terminar con la municipalización. Proponemos una educación administrada descentralizadamente a través de un organismo territorial estatal autónomo que no haga depender su desarrollo de las capacidades de los municipios. Este organismo debiera ser el puente entre el Ministerio y las escuelas.

Docencia: La sala de clases es el lugar central del proceso educativo y en ese contexto el papel del profesor es fundamental. La actual estructura de remuneraciones y la formación inicial docente obedecen a consecuencias históricas que han puesto restricciones al desarrollo de la docencia. Propuesta: Fortalecimiento académico y financiero de las entidades públicas de excelencia que forman a los profesores, y que este se enmarque en una estrategia nacional de fortalecimiento a la docencia en las escuelas. Asociado a esto proponemos la existencia de un mecanismo que permita fiscalizar de manera efectiva el desempeño docente para asegurar una docencia de calidad.

Porque pensar la educación es pensar el Chile del futuro, la Universidad de Chile no puede permanecer impávida ante el proyecto de Ley General que se pretende imponer.
Ser una universidad nacional exige presencia en los debates fundamentales y, una vez más, los estudiantes debemos ser los protagonistas que empujen a toda la comunidad a hacerse presente, a ser un actor fundamental que logre retirar el proyecto insuficiente y continuista que está en el Congreso, junto con abrir espacios reales al diálogo tolerante entre todas las posiciones, en pos de alcanzar acuerdos efectivamente nacionales que permitan renovar a fondo la educación chilena.
Por eso, hoy más que nunca:

Nosotros por la U, la U por Chile.
Nueva Izquierda Universitaria (NIU)

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