27 mayo 2008

Secuestro de Miguel Woodward - Respuesta a Hermógenes Pérez de Arce

por Fred Bennetts

En su artículo del 21 de mayo, Hermógenes Pérez de Arce se burla del concepto legal de secuestro relacionado con el caso de mi cuñado el padre Miguel Woodward. Uno de los aludidos, el almirante Miguel Ángel Vergara, le contestó en una carta el 24 de mayo, y evidentemente sin haber captado el sentido de lo escrito por Pérez de Arce, trató de disculparse, aseverando que "durante mi mandato nunca jamás tuve el más mínimo indicio de que el señor Woodward hubiese permanecido secuestrado en alguna repartición naval".

La forma en que se plantea esta cuestión me parece, en ambos casos, espuria. Por lo tanto, me limito a recordar al almirante Vergara que durante años mi mujer, Patricia, hermana de Miguel, le escribió a él y a otros comandantes en jefe pidiéndoles información sobre lo que había pasado a su hermano, desaparecido tras ser detenido por la Armada en septiembre de 1973. En sus cartas siempre pedía que fuese entregada la bitácora de la Esmeralda. Nunca recibió respuesta, aunque sí la Armada negó públicamente que tuviese cualquier información sobre Miguel.

Fue sólo al asumir el almirante Rodolfo Codina que la bitácora de la Esmeralda fue entregada a la jueza instructora del caso de Miguel. La información que contenía, de gran importancia para la investigación judicial, había reposado en los archivos de la Armada durante la época de la Comisión Rettig (con el almirante Jorge Martínez Busch como comandante en jefe), durante la época de la mesa de diálogo (almirante
Arancibia) y, por supuesto, durante los cuatro años de la comandancia del almirante Vergara.

Asimismo, me parece insólito plantear un debate sobre el "secuestro" de Miguel sin siquiera referirse a la tortura a la cual fue sometido. En su auto de procesamiento, la ministra Quezada escribió "... luego de un fuerte interrogatorio y aplicación de tormentos, Woodward es llevado en grave estado de salud hasta el buque escuela Esmeralda". La tortura, de acuerdo con los tratados internacionales firmados y ratificados por Chile es un crimen de lesa humanidad y nunca prescribe.

Lo que más echo en falta en esta larga y trágica historia es precisamente cualquier signo de arrepentimiento por parte de los torturadores o de los que los han encubierto.

Fred Bennetts

No hay comentarios.: