¿Será lo que se vive hoy en distintas ciudades de España y del mundo, en general, lo que fue el Mayo 68 en Paris y en otras ciudades del mundo en general? ¿Estaremos ante un renacer del movimiento libertario, de democracia directa? ¿Una refundación de la polis desde un horizonte distinto al parlamentarismo, esto es, a la disputa electoral en formas de asociación voluntaria político partidistas, y en cambio apertura a nuevas posibilidades de incidencia ciudadana de tipo individual y movimentista que exploran los caminos de la autonomía? ¿Se estará abriendo, acaso, un horizonte postestatista, desde la base ciudadana y con apoyo de las nuevas tecnologías de la comunicación, puestas al servicio de la coordinación social de singularidades que no se conocen, pero que son capaces de activarse en formas de acción colectiva no tradicionales? Interesante ciclo el que vivimos. Vale la alegría -y no la pena- de vivirlo, sin monumentalismos ni el peso de la historia sobre espaldas escogidas, sino desde el compartir, el rotar, el revocar, el hacerse parte sin nadie llevándose el todo. Nadie imprescindible, todos/as necesarios/as y valiosos/as... ¿Un sueño o un despertar?
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