Hoy llegó la noticia, que la ex ministra de Justicia y Educación de la dictadura militar, Mónica Madariaga, murió a primeras horas de la mañana víctima de un cáncer. Las siguientes son las reflexiones que me surgieron movido por este suceso.
Saludos fraternos,
Manuel G.
-----
LAS TARJETAS DE NAVIDAD DE MADARIAGA
por Manuel Guerrero Antequera
Hace años, mi primer trabajo profesional fue en la Secretaría Técnica del Consejo Superior de Educación, hoy Consejo Nacional de Educación. Como sociólogo estaba a cargo del seguimiento de varios procesos de autonomía de universidades e institutos profesionales nuevos. Entre ellos había uno de Concepción, que tenía de rectora a Mónica Madariaga. Durante medio año tuvimos intercambios epistolares, en los que yo redactaba oficios y cartas que firmaba el Secretario Ejecutivo del Consejo, los que ella respondía muy pomposamente. A mí me tocaba revisar y contestar sus comunicaciones, pero con la firma institucional. Hasta que en una oportunidad ella solicitó una entrevista personal.
Arribó en una camioneta cuatro por cuatro gigante. Se sentó en la sala de espera y luego de un momento fue atendida por el Secretario Ejecutivo. Yo estaba en mi oficina en el segundo piso y decidí bajar a saludarla, porque consideré que me correspondía hacerlo, pues llevaba los asuntos de su institución. Tuve algunos minutos de vacilación. Me pregunté qué me pasaría al estar frente a ella. Sin embargo, primó mi sentido del deber profesional. Ella estaba ahí como rectora, no por su calidad de cómplice de la dictadura, y en tanto autoridad educacional se merecía el trato deferente que le dábamos a cualquier persona. Bajé y entré a la sala.
El Secretario Ejecutivo, se puso un poco nervioso al verme, pero sentí que era más bien en una actitud de protegerme y solidaridad con esta extraña situación y encuentro un poco probable entre personas que, por sus historias de vida, estaban en bandos antagónicos. Ella se puso de pie, era muy alta, y en un perfecto chileno -estaba llena de modismos, todo lo hablaba con diminutivos- preguntó, "¿y cómo se llama usted mijito?". Me acerqué y le extendí la mano, "Manuel Guerrero", le dije sin levantar la voz pero en forma muy clara, "el profesional a cargo del proceso de licenciamiento de su institución". Al oírme se echó un instante para atrás, y en un tono más delicado dijo, "Usted tiene un nombre histórico". "Y usted tiene una firma histórica", le respondí, y en sus ojos me pareció ver cómo recorría mentalmente la Ley de Amnistía.
Hubo un silencio de un par de segundos y luego nos sentamos a analizar la situación del instituto. Al poco tiempo solicitamos al Ministerio de Educación su cierre. Pero no porque lo dirigiera Mónica Madariaga, no por los actos pasados de su rectora, sino porque en el presente esa institución no cumplía condiciones mínimas de calidad y habían antecedentes objetivos que lo evidenciaban.
Durante un par de años me envió tarjetas de Navidad. "Felices fiestas Manuelito, que lo pases bien y en paz junto a tu familia". Nunca se las respondí. Daban ganas de espetarle, "Mi familia está incompleta, porque la dictadura de la que fuiste parte asesinó al abuelo de mi hija, a mi padre". Sin embargo, cada vez que estuve frente a ella no lo hice. No le grité, ni la escupí. No lo hice y no me arrepiento. Considero que no era necesario, pues mi relación con ella era estrictamente laboral, de funcionario público con una rectora. Ahora nosotros somos el Estado, pensaba en mi interior cada vez que ella llegaba a una reunión, y somos, debemos ser diferentes a lo que ellos fueron. No olvidamos a nuestros muertos, pero sabemos que el Estado es para todos sin excepción. Ahora es ella la que debe dar cuentas, como cualquier ciudadano que dirige una institución educativa, trátala como corresponde a esa condición. No seas victimario, no la conviertas en víctima, me repetía.
"Revanchismo jamás, justicia, nada más, pero tampoco nada menos". Suena bien, pero es difícil asumirlo y más aún aplicarlo. Ella debió haber rendido cuentas respecto de su participación en la infame Ley de Amnistía y tantas otras barbaridades de las que participó. De alguna manera lo hizo, en una forma peculiar, a través de las entrevistas que concedió, entre ellas cuando reconoció haber intervenido directamente para impedir que Sebastián Piñera, ahora candidato a la presidencia, fuera detenido a raíz de la investigación que realizaba la justicia en 1982 en el caso del fraude del Banco de Talca.
Hay muchos civiles que generaron las condiciones de posibilidad y de mantención de la dictadura que aún pasan desapercibidos. Me parece que no fue el caso de ella. Quizá el cáncer del cual acaba de morir, fue la forma en que su cuerpo y conciencia hizo justicia respecto de sí misma, de sus actos, de la impunidad que consume al cuerpo de Chile y vemos que también al cuerpo de su gente. Creo que debieran haber otras vías de absolución. Esos caminos son los que nuestra sociedad y sistema político bloquean al no abrir más espacios para que se aplique mayor justicia en los casos de la dictadura. Que se investigue todo, que hayan sanciones, que no solo los asesinos materiales cumplan las penas, sino también sus autores intelectuales, las autoridades civiles de la época. Sin ello no solo no se está reparando a las víctimas, sino que los propios victimarios se ven imposibilitados de alcanzar la paz. Paz que en algunos pocos casos, como en el de Madariaga, les desean a otros a través de inverosímiles tarjetas de Navidad, porque saben, tienen la certeza, que ya nunca más la obtendrán.
29 comentarios:
Hola primo...te admiro, eres un ejemplo
con mucho cariño
Paula
Cuesta mucho ser decente, justo e imparcial cuando hemos sido víctimas, pero es la única forma de empezar a cerrar las heridas de la patria. Hay formas verdaderas de ser mejor que ellos, de demostrar que somos mejor que ellos, es dificil pero no imposible. Gracias Manuel por el ejemplo, por la inmensidad de alma que tienes y que pones a disposición de la sociedad. POr tu grandeza.
Acabo de recibir tu texto y al terminarlo sentí una profunda felicidad, algo muy sereno y fuerte a la vez. Porque tengo dos nietos de un año y qué bueno saber que en este convulsionado mundo en el que deberá crecer, existen personas como tú. Durante 18 años trabajé en el Colegio Francisco de Miranda, donde hay una sala de clases que lleva el nombre de tu padre. Cada vez que hice clases ahí, viví una oración y un respetuoso recuerdo.
Un abrazo muy grande, Nella
Manuel
Tu fuiste la persona mas grande en esta situacion, me parece que el crecimiento sigue y a pesar de todo le demostrastes que tu eres mas grande que ellos en todo el sentido de la palabra.
mis respetos a ti.
Manuel que conmovedor tu relato, creo que escogiste el mejor camino, a veces he me he desilusionado pensando en que esta patria no ha aprendido nada, cuando escucho el rencor y el clasismo en la tribuna de mi país, pero tu articulo me hace creer que aún somos grandes, capaces de hacer un Chile nuevo, como el ideal de la campaña del no por la cual trabajamos, sin odio sin violencia, solo me queda darte las gracias y enviarte un abrazo.
Un sólo comentario: ¿nosotros somos el Estado?. Yo no estoy en ese "nosotros", pues no tengo cara ni fuerza para soportar las toneladas de injusticias y miseria que ese aparato posibilita a quienes se sirven de él. En todo caso, y habiendo sueños todavía, otro Estado es y debe ser posible para los otros "nosotros".
A mi hija de 18 años le decía el otro día a próposito de cumplirse un año más del golpe militar, que en todos los años que viví en marchas, panfleteando y rallando murallas, jamás pero jamás se me ocurrió siquiera tirarle una piedra a un carcabinero, aun a sabiendas que ellos si me apresaban no iban a tener misericordia alguna con mi persona.
La memoria histórica es la que encierra el corazón de los pueblos.
Mi cariño y admiración por tu integridad, Manuel.
ESTA MAÑANA HE LEIDO SUS REFLEXIONES, LAS HE LEIDO CON EMOCION, POR LO QUE REPRESENTO ESE PERIODO.
SE VE USTED UN HOMBRE DE GRAN TEMPLE Y DIGNO COMO NO MUCHOS
FRATERNALMENTE
ANDRES MONTUPIL
Pude leer tus palabras en silencio, a pesar que el ruido de la ciudad es del siempre. Has tenido los conceptos propios de un hombre de bien para enfrentar la historia de dolor y horror propiciada por tantos culpables. Recordaré tus palabras mañana, otros días, de seguro siempre. Hasta siempre.
Alba
Estimado Manuel,
Tu papá fue mi profesor en el Latino. Tu papá fue mi profesor jefe en el Latino, en quinto.
En sexto seguía siendo mi profesor. En sexto fue 1985. Tú estabas dos cursos más arriba. Hoy al verte en internet me acuerdo de tu pulsera de cuero, la camisa celeste y el bluejeans. Muchas gracias por contarnos sobre tu experiencia. Muestras coraje y dignidad. Admiro profundamente tu fuerza interna.
Ignacio Nazif
Manuel ; No tengo el honor de conocerte. hace un tiempo atars te vi en television en un aniversario de la muerte de Tu valeroso Padre; Y cuando en esos pocos segundos te escuche , senti una esperanza de que algun dia este bello Pais podra tener una verdadera reconciliacion. Y lo que pense en ese minuto era que pasara con los hijos de los torturadores y de los asesinos que colaboraron con la Dictadura.
Y hoy al leer tu reflexion , reconozco hidalgamente que he llorado porque esos gestos de grandeza nos estan haciendo falta con Urgencia.
Manuel, UN FUERTE ABRAZO , a CHILE , le hace falta tener Paz , pero tal como tu dices Con la Verdad , y la Justicia.;
Quiza nada o muy poco pueda reparar la tragedia de su familia, pero aun ese poco esta mas en sus manos que en la rendicionde cuentas de miles de personas que apoyaron la Dictadura .Esto lo digo pensando tambien en otras dictaduras tan cerca como la Cubana , y de por como se superaon otras o mas lejanas como las de la Europa del Este.
Estimado Manuel, te saludo y felicito, he leído tu columna y créeme, me emocionó.
Soy hijo de padres torturados, por tanto comparto absolutamente tus reflexiones y dolores.
"Justicia, nada más que justicia"...
Un fraternal abrazo
Ricardo Bustamante C.
Tan íntimo que da pudor leerlo... Gracias por compartir tus más profundas emociones con nosotros. Votaré por ti en mi comuna. Y ojalá pudieses acercarte a nosotros desde la calle, el barrio. Admirable tu entereza y dignidad. Eres un hombre admirable.
Saludos.
Encuentro triste cuando una persona se victimiza al nivel de Usted.
Triste que considere al 40% que voto por Pinochet "Complice de la dictadura"
Triste que le paguen por ser exonerado, por ser preso pol{itico y por tener un familiar muerto.
Triste por que piense que hay un solo lado, cuando en el lado castrense tambien hay victimas que, no son consideradas como tales por que murieron cumpliendo su deber y en manos de civiles, no del Estado.
Ojo me hago parte de su dolor, a nadie le deseo lo que a Usted le paso, espero que no vuelva a ocurrir, sin embargo no creo que su actitud revanchista sea la correcta..... Sólo le pido que analice lo que le detallo acá, quizá lo haga una mejor persona
La desmemoria, la ignorancia o simplemente la miseria de la derecha pinochetista es grandiosa.Por el contrario,su nobleza, Sr. Guerrero, es un tapabocas para este personaje que tiene la desfachatez de publicar en este blog ensuciando con su palabra miserable la memoria de nuestros caídos y, en particular, la de su padre. El derecho que tiene a hacerlo no minimiza su pobredumbre.
Ni olvido ni perdón, por supuesto. La heridas siguen abiertas; no haremos estandarte de ellas pero no las ocultaremos.
Te felicito por haber superado tu rabia y haber tenido un encuentro civilizado con Mónica Madariaga.
Te comprendo cuando pides que se haga una justicia plena, también con los civiles "intelectuales" de la dictadura. Pero, no vas a entender nunca lo que pasó en Chile si no vas a reconocer la historia de Chile antes de 1970. Los responsables del gran dolor de Chile después de 1973 están en la derecha pero también en la izquierda.
Hola Manuel
nací en Dresden, hijo de una chilena, en el seno de una comunidad de exiliados. En 1989 yo tenía 13 años y en una de las tantas salidas de familia llegué a tu departamento en Berlín, o a un departamento donde tú estabas, y me contaron tu historia. Me impresionó mucho. Recuerdo que pensé en ese momento que cosas como las que le hicieron a tu padre y sus compañeros era medieval y ya no sucedían en el mundo. Chile se me pintó como un mundo horrible... El año siguiente llegamos a vivir allí, a La Florida, terminé el colegio, estudié en la Usach, pero nunca me pude acostumbrar al país, entre otros porque no soportaba la impunidad, y me fui en 2003, a Buenos Aires. En fin. Nuestro "encuentro" lo recordé a partir de tu columna y simplemente quería compartirlo contigo. Un abrazo desde Argentina. Marco Fajardo.
P.D.1: me alegro que hayas salido concejal. Me gusta votar, pero en Chile nunca salen mis candidatos (siempre voté por el PC).
P.D.2: en 1993 ó 1994, o tal vez 1998, en Huasco, conocí casualmente a tu hermana Libertad, otro encuentro muy raro.
admirable... ahora nosotros somos Estado.
Manuel, admiro tu enteresa, desde ella construimos un chile distinto
Soy de derecha y naci durante los primeros años del gobierno militar.
Al leer tu relato, siento que nuestra generación (tan marcada políticamente), está preparada para avanzar en el camino de la reconciliación.
No es necesario vivir con odios. Es necesario perdonar y ser perdonados. Caminar juntos (y con esto no quiero decir revueltos) en un camino tolerante que nos ayude a formar un Chile más justo.
Se agradece tu honestidad y con la emoción a flor de piel, te digo que lo que hiciste demuestra que ser cortés no quita lo valiente.
Recibe mis más sinceras felicitaciones y mi modesto apoyo.
…Y no me cabe duda de que la Sra. Madariaga no se equivoco al decir que tienes un nombre histórico, y no lo digo por tu padre, lo digo por ti mismo, ya que gracias a tu generosidad, estás haciendo historia al trabajar por un país mas justo.
JLM
Tu comentario nos recuerda el dolor... Pero un dolor que nos hace crecer, ser mejores y luchar por un futuro mejor...gracias!
Manuel,
Gracias por tu sublime nobleza; esta noche he leído, gracias a un amigo, tu columna y tus palabras me conmovieron profundamente, expresan equilibrio y una generosidad infinita para enfrentar la vida, sin duda alguna eres un ejemplo de humanidad y justicia.
Saludos fraternos,
Jéssica Rebolledo Etchepare.
Estimado Señor Guerrero, creo que su comentario, siendo 100% válido cae en el mismo proceso de toda las personas que critican el gobierno militar pensando que chile tiene historia desde 1973 en adelante. Debemos recordar mi estimado amigo, que el golpe militar se dió bajo circunstacia bien específicas, un gobierno con un tercio de apoyo de la ciudadania quería imponer un régimen totalitario pro-moscú, que ya todos saben que no funcionó, "voceros" de gobierno (miguel enriquez) llamando a la guerra civil, a la infiltración en la fuerzas armadas, en general a un autogolpe de estado, sin que el presidente como se dice en buen chileno..."le parara el carro", una inflación del 3.000%, en fin un estado no funcional que lo unico que quería era una revolución de las flores... si queremos ser concretos digamos las cosas bien, dando las dos caras de la moneda, Pinochet no llego en un ovni lleno de militares a una patria que vivia en el paraíso, es obvio que los excesos son injustificables, pero también veamos quien fue el que dio el pie para que esto ocurriese.
bueno su comentario 100% valido desde su punto de vista, nunca se debe matar ni torturar a nadie que piense distinto ,. Tengo 42 años no recuerdo practicamente nada de la dictadura , afortunadamente creo que no hubo muertos ni exiliados en mi familia. Me procupa como a muchos de mi generacion el que las victimas de la dictadura , muchos de ellos usen esto como un capital MORAL Y POLITICO TODAVIA,( veo que no es su caso),esto ha hecho que todo el resto de los chilenos tengamos que soportar, robos , nepotismo, e ineficiencias en general. Esto al parecer va a cambiar en unos meses, y lo invito a ser parte de una oposicion constructiva , donde nunca mas existan quiebres institucionales , que lleven a un golpe de estado, como el que ud y su familia sufrio. un abrazo fraterno
Manuel,
Me hizo reflexionar, la necesidad imperiosa que tengamos todos un poquito de la entereza, dignidad y evolución que mostraste en el artículo.
Un gran abrazo y mis respetos!
Alejandro Bustamante R.
Cierto, la historia de Chile no comienza en 1973.
Basta recordar algunos hechos.
^"Pacificaciôn de la Araucanîa".
Matanza de la Escuela Santa Marîa de Iquique.
Ley de Defensa de la Democracia (Ley maldita), campos de concentraciôn en Pisagua, destierro de Neruda.
Y siempre, eternamente siempre, las vîctimas son obreros, campesinos y estudiantes de origen modesto.
El tanquetazo, acaparamiento de productos bâsicos (incluyendo alimentos para niños), el paro del transporte, la casmpaña de prensa, el asesinato del General Schneider, los atentados terroristas de Patria y Libertad, la fuga de dolâres, etc.
Pareciera que la seudo "amnesia" del dictador es contagiosa entre sus partidarios.
Acaso fue Neruda con su poesîa combativa, el canto liberador de Vîctor Jara, las prêdicas del sacerdote Joan Alsina, los valores de Manuel Guerrero padre o los escritos de Enrique Lira Massi y Josê Carrasco los causantes del golpe militar (2los que dieron pie").
Basta de hipocresîa y de abrazos que poco tienen de fraternales mientras intenten JUSTIFICAR la barbarie.
Lo voy a publicar en el Facebook, gracias
Muchas gracias por sus comentarios. El periodista Sergio Campos, de Radio Cooperativa, publicó esta columna-crónica en su blog, y también han habido intercambios interesantes, muy humanos, con perspectiva y memoria, que es lo que perseguí comunicar con su escritura. Los pueden ver en:
http://blogs.cooperativa.cl/sergiocampos/2009/10/08/reflexion/
Pueden haber muchos puntos de vista sobre la historia de los últimos 40, 50 años de Chile, pero la masacre institucionalizada simplemente no tiene justificación alguna. Nunca la podrá tener. Distinto es discutir sobre las condiciones históricas de posibilidad de que ocurran determinados acontecimientos y explicar las cadenas causales que van llevando a ellos desde la racionalidad de los actores.
Pero no olvidemos jamás que en esta vida los seres humanos siempre tenemos libertad de opción, aún al coste de arriesgar nuestra propia existencia. De modo que aunque existan las condiciones sociales que sean, el ser torturador, ejecutar, etc., o bien colaborar como civil, implica una decisión personal, que debe ser contextualizada, pero hay ahí y hubo una decisión propia. Y son esas decisiones las que llevan a las personas a estar tranquilas o intranquilas con su propia historia, y a escala social, llevan a una sociedad a saberse humana -lo que implica tolerancia a pluralidad- o en la barbarie, esto es, exterminar al otro porque piensa distinto.
Hay mucho que superar en nuestro país, y gran parte de ello pasa por llevarnos a nosotros mismos a nuevas posibilidades. No tomar el camino fácil de repetir lo que nos dicta el estómago, sino darle una segunda, tercera vuelta, y actuar en conciencia, en forma reflexiva, auténtica.
Esa es la invitación que muchos al parecer han comprendido, lo que me alegre mucho, pues no es fácil sostenerse, contenerse, actuar en forma serena, pero decidido, sin olvidar lo que somos, ser distintos a lo qeu la propia historia ha hecho de nosotros. Lograr ser nosotros mismos. Libres.
Un abrazo,
Manuel
Publicar un comentario