26 octubre 2007

Sinfonía agridulce

Se suceden uno a uno estos días agridulces. Algo habremos de inventar. Que la creatividad individual y colectiva se abran a la novedad, retomen su contacto con el subsuelo y nos proyecten más allá de este presente insulso. Por debajo del cemento está la playa... Ser otro, sin dejar de ser uno mismo. La actitud, la alteridad, la promesa, la esperanza, ¿te acuerdas de ese sentimiento?

2 comentarios:

Marce Mercado dijo...

Creo que, a lo Thoreau, hay que agarrar monos y petacas y el compu...
irse a vivir al bosque, al cerro, al desierto, a la pobla...practicar en vez de predicar...escuchar...
y re-tomar la otra forma de vivir...
esa que teníamos antes cuando no éramos uno, sino todos...

" nunca fuimos tan libres como durante la ocupación" leí en tu Blog...

y tan re verdad que es...

Besos

Marce

El Oscar dijo...

Yo vivo feliz en mi pobla,participando,organizando,apoyando,haciendo teatro con los niños y jóvenes.Un consejo,váyanse a las poblas...ahí está la vida,la esperanza,la utopía aún no realizada,ahí podemos vivir en carne y sudor el sueño del Chicho