14 marzo 2007

Con memoria y alegría, adelante por la vida


Hace 22 marzos, dos Manueles de poco más de treinta años de edad se encontraron a la entrada del Colegio Latinoamericano de Integración, el “Latino”, ubicado en Avenida Los Leones con el El Vergel, en la comuna de Providencia. La mañana de ese viernes de 1985 era ruidosa por las micros que se detenían ante el frontis de la escuela para dejar a los niños y niñas que Manuel Guerrero y José Manuel Parada recibían sonrientes mientras intercambiaban noticias sobre los esfuerzos por mejorar la educación que se hacían desde la Agrupación Gremial de Educadores de Chile y la manera en que se podían proteger mejor los derechos de los oprimidos desde la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago. Muchas cosas sucedían aquellos días, meses y años, pero ese viernes lucía normal, todo indicaba que el comienzo del año escolar daba la bienvenida a tiempos mejores.

Sin embargo, no habían alcanzado a despedirse los Manueles cuando un silencio abismal se descargó sobre este pedazo de la ciudad, y como por arte de magia ya no pasaron más vehículos ni peatones. Por segundos se escucharon los pájaros como cuando la ciudad aún no despierta y por instantes el Latino quedó solo, desacoplado de la urbe, y los profesores tuvieron que bajar la voz al dirigirse a sus estudiantes, pues no había bulla exterior que vencer. Pero no fue magia lo ahí ocurrido, sino la fugaz aparición de la verdadera naturaleza del tiempo histórico dictatorial que, en Avenida Los Leones con El Vergel, mostró por segundos su verdadero rostro, el real fundamento de la “revolución silenciosa” que conduciría a Chile a la Modernidad a través de la generosa combinación del know-how de la Escuela de Chicago y los manuales de “extracción de información” de la Escuela de las Américas.

Pues fueron Carabineros de Chile quienes interrumpieron el tránsito a plena luz del día para que sus funcionarios pasaran raudos a secuestrar a los Manueles sin ninguna orden de detención de Tribunales ni nada que se parezca al mínimo común múltiplo de un Estado de Derecho. Y fueron Carabineros los que sobrevolaron en helicóptero el Latino, que a ojos de los agentes estatales no era un establecimiento educacional, sino un teatro de operaciones militar, donde a la hora 0850 una pareja de enemigos de extrema peligrosidad para el orden público intercambiaban información fundamental para desbaratar la subversión, mientras dejaban pasar hacia el interior de la escuela de cuadros marxista, de nombre de fachada “Colegio Latinoamericano de Integración”, a los futuros guerrilleros que iban ingresando de uno a uno en uniforme escolar con mochilas portadoras de material incendiario, para reunirse en salas con capacidad de 30 antisociales cada una, a cargo de un instructor que en ese momento pasaba lista. “Halcón llamando a Cóndor”; “Afirmativo, le copio”; “Observe cómo a Guerrero se le acerca un menor subversivo”; “Sí, afirmativo”; “Infórmeme qué le dice al oído, debe ser el próximo punto del Frente Manuel Rodríguez”; “Entendido, ahora lo oigo… Ya mi teniente, lo pude oír perfectamente, lo registro e informo”; “No registre, comuníqueme de inmediato, que mis superiores requieren la información para procesarla”; “De acuerdo, teniente: no le dijo nada, el menor que camina como pingüino, que se parece extremadamente a Guerrero, solo le dio un beso en la mejilla, debe ser una clave”; “No se preocupe sargento, le consultaremos al Fanta, él decodifica y sabe de estas cosas”...

Sí, José Miguel Estay Reino, tú debes saber. Fue el último beso que le di a mi padre. Porque como si se tratara de una novela policial se lo llevaron junto a José Manuel, a pesar de la oposición del Tío Leo que ustedes balearon en la calle. Y los buscamos todo el día, toda la noche, toda la mañana. Y tú los condujiste a la “Firma” en la calle 18, donde trabajabas de agente en la Dirección de Comunicaciones de Carabineros de Chile. En el mismo lugar donde en 1976 ya habías participado de las torturas a mi padre. Y tenías más profesores encadenados además del artista plástico Santiago Nattino. Y luego de aplicarles tormentos que no te condujeron a nada los trasladaste en vehículos estatales a Quilicura, donde nuevamente Carabineros de Chile detuvo el tránsito de madrugada para que el degüello fuese en silencio y se pudiesen oír claritos los gritos apagados de tres seres despojados de cualquier atributo ciudadano, tres “nn” a quienes, a nombre de la cruzada de la civilización occidental en contra del comunismo internacional, la Modernidad neoliberal dejó caer a la tierra húmeda tres “paquetes” para que se desangraran y fuesen olvidados.

No es una historia bella, pero creo que debemos preservar la memoria de estas vidas y hechos. Porque, ¿cómo olvidar lo ridículo y burdo que fue el destino de tantas personas sencillas, valiosas, algunas destacadísimas en sus ámbitos, en manos de un Estado ramplón y matonesco que nos tenía reducidos a hablar bajo, a mentir como clave para sobrevivir, a aceptar la destrucción de la unidad familiar a través de la prisión, la relegación, el exilio o la desaparición, por causa de pensar diferente? Pero, por sobre todo, ¿cómo olvidar el presente? Porque no es un ejercicio melancólico señalar que éste está construido en buena parte sobre la barbarie digerida rápidamente como si ya estuviese superada, mientras decenas de miles de personas que aplicaron profesionalmente tortura circulan libres, sin juicios ni castigos, sin prácticas de resocialización ni rehabilitación, “como si” aquí no hubiese pasado nada. No es que no se hayan hecho cosas, pero claramente lo hecho es insuficiente ante lo acontecido.

Y esta insistencia en recordar no tiene que ver con la presencia de un odio acumulado, con un mal de archivo, con la compulsión excesiva a la repetición, con creer en el primado ontológico del testimonio de la comunidad de las víctimas y la cacha de la espada. Simplemente se trata de exigir y practicar nuestro derecho ciudadano a construir memoria social, a no dejar nunca de conmovernos con lo ocurrido, a repensarlo una y otra vez para redescubrirnos, y desde allí asentar nuestros compromisos e invitar a tal experiencia a nuestros hijos. Y todo ello sin necesidad de cantar odas inconducentes al dolor e inventar héroes y mártires de bronce. Más bien al contrario.

Recordamos porque no queremos olvidar lo que fuimos y somos: Personas que vamos a dejar a nuestros hijos al colegio para hablar sobre qué más hacemos para superar los problemas de la educación y la manera en que podemos defender y mejorar la vida de y con los oprimidos, aunque en eso se nos vaya la nuestra. Como los Manueles. Sonrientes sembrando ante el absurdo de la ilusión de poder de los helicópteros y los expertos decodificadores de la humanidad. Adelante por la vida porque simplemente vale la pena.

TE INVITO A HACERTE PARTE DE ESTE EJERCICIO DE MEMORIA VIVA, ASISTIENDO CON TUS HIJOS E HIJAS EL DÍA SÁBADO 31 DE MARZO, DE 16:00 A 20:00, EN AVENIDA LOS LEONES CON EL VERGEL, A COMPARTIR UNA TARDE FAMILIAR, EN LA QUE JUNTO CON ESCUCHAR DIVERSOS GRUPOS MUSICALES, APRENDEREMOS A ARMAR Y DESARMAR BICICLETAS, JUGAREMOS AJEDREZ, COMPARTIREMOS CON CHINCHINEROS, EN FIN, DEMOSTRAREMOS QUE CON MEMORIA SEGUIMOS ALEGRES POR LA VIDA.

Un abrazo, los hijos e hijas de los Manueles estaremos ahí juntos a nuestros hijos.

Manuel Guerrero Antequera.

PD: Si puedes, ayúdame a difundir esta invitación entre tus contactos. Gracias!

22 comentarios:

Pame Recetas dijo...

Como todos los 29 de marzo estaré contigo desde la distancia, pero con el corazón latiendo muy cerca.

Anónimo dijo...

Manuel Hermano:

He cruzado, en estos años, muchas veces las imagenes que describes y la realidad que desgraciadamente representan, con impotencia, rabia y tambien con esperanza, en las semillas que estos dos manueles plantaron con su vida y su muerte.

Este año estare abrazando tu cercanía a la hora y dia citado con memoria y alegría.

Amaro

empatia dijo...

Hermano, dificil entender el dolor de tu corazon, pero con mucho respeto nos gustaria ver la posibilidad como centro cultural en donde tenemos nuestro primer Ludobus ser parte de esta alegria en el recuerdo de como Dice Amaro de quienes plantaron la semilla la esperanza de una vida mas justa.
espero que nos respondas y poder explicarte a mas detalles lo que consiste nuestro ludobus, sin deda podemos aportar nuestro humilde grano de arena.
hemos estado presente en el dia del patrimonio cultural en Jose domingo cañas como referencia tenemos a Laurita.

atte.
Gary
Centro Cultural La Otra Micro
www.laotramicro.cl
09-9914621

Anónimo dijo...

http://www.solidaridadlatina.org/index.php?option=com_content&task=view&id=385&Itemid=2

Manuel, si pinchas el enlace arriba veras como quedo en nuestra pagina. Recibe un saludo desde Holanda y que resulte bién la actividad...tendras que disculparnos pero no podremos estar materialmente junto uds. pero recibe nuestros mas sinceros saludos desde Holanda.
Rodrigo

Anónimo dijo...

Estimado Manuel: estoy fuera de Chile hasta fines de abril. Pero te mando un fuerte abrazo.

Arrate

Anónimo dijo...

De ahí somos !
Eva

Anónimo dijo...

hola manuel, cómo me gustaría estar con ustedes en este acto de amor y de rabia. de cualquier manera, estamos muy pero muy cerca. un abrazo grande para los guerreros, las guerreras, los manueles y las manuelas. claudia (argentina)

Anónimo dijo...

Ok. Manuel
Con mucho gusto
Un abrazo

Nelson

Anónimo dijo...

Con vosotros el 31 de marzo, aunque sea en la distancia.
Arón (España)

Anónimo dijo...

Estimado Manuel, con mi alma y mi corazon aun doliente, te acompano en la distancia, porque su ensenanza esta escrita en el agua, el aire, y en nuestra tierra, un saludo fraternal desde Cambridge, Fab

Anónimo dijo...

estimado manuel:
Siempre ser ha dicho que la memoria es fragil, pero hay echos en nuestra historia que quedan como algo inborrable pro los echos acaecidos y la verguenza que nos provoca por lo que se hizo , porque nadie hizo nada por evitarlo.
Comparto contigo y con mucho dolor que aunque perdi a mi padre no fue por la misma razon que la tuya, pero si entiendo tus sentimientos, tus palabras reflejan los valores que mis padres me inculcaron y mi vocacion de vida.
Solo que no tengo ni odio ni venganza, solo quiero que la historia de chile recuerde a sus heroes y martires, pero para que eso ocurra debemos ayudar a otros a que despierten y por lo monos si no pueden currar sus heridas las laven en la memoria de otros, son muchos en chile que a lo largo de sus historia por defender los derechos de sus propios hermanos debieron sufrir la represion, el exilio y la muerte (recuedese santa maria de iquique, puerto montt, pisagua con ibañez y pinochet, victor jara, lonquen, nuestra historia esta llena de echos barbaros pero no por eso dejaremos de seguir viviendo y defender a otros ( los sin voz) y por que chile no vuelva ocurrir , pero como bien sabes en nuestra historia se repite constantemente y los gobiernos inclusive los democraticos manchan sus manos con sangre.
Creo que es hora de revertir todo esto, es hora de querernos como sewres humanos, como hermanos, hoy mas que nunca debemos ser mas solidario con el que menos tiene, con el que sufre.
Gracias por la invitacion, de todas maneras se las envie a todas mis compañeras de carrera en la universidad que por su edad no tienen conocimientos de estos echos ye s bueno darselos a conocer y a otros revivir la memoria
fraternalmente
hugo

Anónimo dijo...

estimado Manuel,

una vez más no estaré en Santiago en el acto convocado, pero vaya un saludo fraterno por la memoria de tu padre, quién está presente en la memoria de muchos desconocidos, y estará en la memoria de mis hijos.

tengo una inquietud, en el año 1985 compré un libro en la calle: Tierra Fugitiva de Manuel Guerrero (Quimantú 1972) nacido en Chillán en 1914, dedicado a sus padres, Manuel Jesús y Rosa Amelia, el mismo año en que trágicamente conocí el nombre de tu padre.

... y de alguna manera he relacionado los nombres sin tener prueba de ello.

atte.,

Marco

Unknown dijo...

Muchas gracias por escribirme Marco. El libro que compraste es de mi abuelo, el padre de mi papá, y cuenta en parte la historia de nuestro bisabuelo, Manuel Jesús.
Un abrazo,
Manuel.

Anónimo dijo...

A los Manuel desde Antofagasta los acompañaré
un fraternal abrazo,

Marisol

Anónimo dijo...

solo eso por ahora la emocion y la alegria me ahogan ....Un millon de
GRACIAS!!!!te ama america

Anónimo dijo...

no tengo nada muy profundo que decir... como todos los años, ahí volveré a estar.

Anónimo dijo...

Manuel hijo...y Manuel padre y Manuel abuelo porque la vida se repite en todos y a tí, Manuel hijo, te corresponde hacerlos vivir en ti y en nosotros.
Ese 29 de marzo yo aprendí a llorar mordiendo una toalla para que mis hijos no me vieran loca, desesperada, impotente. Algo parecido a la inocencia perdí ese día y nunca,nunca he dejado que el olvido se cuele entre las rendijas del dolor.
Allí estaré, en la cara de mis sobrinas que recordarán contigo, conmigo, con todos.
Te quiero, Manuel
Una abuela de Osorno

Carol Crisosto dijo...

Porque estamos conscientes de la reciente historia chilena. no olvidamos a quienes lucharon por sus ideales que nos indican no perder la dignidad ni derecho humano alguno en circunstancias adversas. Pues estos testimonios nos ayudarán a comprender que socialmente debemos ser solidarios y consecuentes con lo que soñamos un mundo mejor equitativamente. Manuel, editaré el post en alguno de miblogs. Cariños de niña vieja.
Y no olvide escribir y enviar lo que quieras para comunicarnos tu parecer sobre algún tema.

Memoria Nuestra dijo...

Manuel Guerrero!

Tu memoria está incrustada en nuestra memoria. Todos los caído, los sobrevivientes, las generaciones sin cuenta y las de recambio, desde distintos frentes y banderas estamos trabajando con ahínco por recatar, construír y transmitir el proyecto por el cual los nuestros entregaron su vida.
Recuerdo a un Manuel jóven, a una María Estela radiante, que en los años 70 vivían en mi espacio verde de El Arrayan.
A tu Manuel lo conocí a traves del dolor, la ira y los deseos de venganza en una noticia del periódico.
Manuel...nuestros hijos, nuestros nietos los recordaran.
Ahí estaremos!

Adriana Goñi

jmalfarock dijo...

Desde Copiapó un saludo fraterno para los Manueles, que desde muy pequeño su imagen quedó grabada en mi memoria.

Anónimo dijo...

estaremos ahí manuel ....

un abrazo

roxana

Anónimo dijo...

Me llegò la invitaciòn a mi mail... yo no te conozco pero me emcionè mucho ... como relatas tu historia, como conoces a tu padre aùn siendo tan chico.. te pasate
Ademàs me acordè de mi mam`+a que trabajaba en la Radio Cooperativa, de las cacerolas y de la rara sensacion en el aire de rabia dolor y energìa
gracias
Yael