08 junio 2006

Ante el peñón de los enamorados

Es una historia que para mí es muy bonita que me hizo muy bien. A principios de marzo estuve por poquitos días en Granada, invitado para dar una conferencia sobre Historia y Memoria. Cuando me enteré que haríamos un pequeño viaje a Sevilla, al subir al vehículo le pedí a mis anfitriones que me llevaran a conocer Antequera, que es un pueblo que está a mitad de camino. Arón, el compañero y colega granadino que me invitó a dar la conferencia, se rió y me dijo que ok, de regreso pasaremos por Antequera… Él es historiador y me explicó que comúnmente en España quienes llevan el apellido de un pueblo o ciudad –los Segovia, Burgos, Villanueva, etc-, se trata de judíos o árabes conversos al catolicismo, que abandonaron sus apellidos originales como una estrategia de sobrevivencia e integración. Ahí comprendí no solo el origen de mi apellido materno, sino que hallé la explicación perfecta para entender de dónde viene mi pasión por el estudio sistemático y… mi gran nariz!

Ya camino a Antequera iba bastante emocionado. Al llegar me encontré con un pueblito pequeño, hermosísimo, lleno de Iglesias antiguas, y portales de entrada al centro histórico en distintos puntos…

Pero una de las cosas que más me llamó la atención es que vi varios talleres y locales comerciales que se llamaban “Verónica”… Yo me ría para mis adentros, pues mi madre se llama Verónica… Paramos en un local para tomarnos un café y contemplar el "Peñón de los Enamorados", que es un cerro característico de Antequera, que desde un ángulo parece un rostro gingantesco boca arriba. Me separé por un momento de mis amigos granadinos y me acerqué a una muchacha que atendía en un escaparate. Le consulté por la forma en que se les llamaba a los de Antequera: - “Antequeranos”. ¿Y cuál era la característica de los antequeranos?, “que terminan las palabras al hablar sin las eses”. ¡Como nosotros, los chileno’!, me sorprendí. ¿Hay alguna danza o ritmo típico de Antequera?, “el fandango”, me dijo la niña, que a esas alturas sonreía por la clase de preguntas que le hacía este personaje con acento extraño…

¿Y podrías bailar fandango para mí un segundo o cantármelo? La joven lanzó un corta carcajada muy dulce y me dijo que no en ese lugar. Yo también le sonreí y le consulté porqué habían tantos locales que se llamaban Verónica. Me explicó se trataba de un lugar de culto a un Cristo que estaba a las afueras de Antequera, que llevaba el nombre de Verónica, y era un lugar muy visitado por los antequeranos. Última pregunta: ¿hay algún personaje histórico destacado en Antequera? Claro! El Infante Fernando… Me eché para atrás un momento por la impresión, pues mi tío, el hermano de mi madre, se llama Fernando, Fernando Antequera.

Mis amigos granadinos ya habían concluido su café y me rodearon haciendo bromas por el intercambio prolongado con la muchacha. Le compré un Escudo de Antequera para mi abuelo que ni siquiera sabe dónde está ubicado este pueblo y me despedí con un beso en su cara andaluza que la tomó por sorpresa. Me preguntó de dónde venía, de Chile, le dije. ¿Y cuál es tu nombre?, me gritó cuando nosotros ya salíamos del local. Manuel, Manuel Guerrero, le respondí. ¡Manuel Guerrero Antequera!

7 comentarios:

Carol Crisosto dijo...

Venga,que me lo he recreado todo,quiero mas. Saludos para ud. comedor de "S"

Iris dijo...

tiene tarea entonces, aprender el baile y quién sabe, profesión alternativa, bailaor de fandango?

cariños,
Iris

me encantó el relato

Pacita dijo...

Hola Manuel: Yo soy casada con esos de " Nariz Grande" mi pareja es Judio- Alemàn- Cheko pero nacido en Estados Unidos . Serrat ya hablaba de los riqueza de las mezclas raciales y culturales . La familia de Aminta celebra este 2006 los cien años de la llegada de los antepasados desde Genova y Noruega . Mi padre dejò una hija en la URSS Y yo por mi, si tuviera
la plata me pondrìa adoptar niños , chilenos, haitianos, palestinos , sin exclusiòn .
Cariños

Anónimo dijo...

Hola Manuel, mi nombre es Miguel y soy de Málaga, capital de la provincia en donde se halla el municipio de Antequera. Ahí te mando un enlace en donde se cuenta la historia de Tazgona (musulmana) y Tello (cristiano) que fueron los enamorados despeñados ante la desesperación de su amor imposible. Ya que hablamos de narices, te cuento que Además de "Peña de los Enamorados" recibe el nombre de "la montaña de la nariz del indio" en el enlace verás fotos del por qué:

http://elumbralinexplorado.iespana.es/historiascuentosyleyendas/lapenadelosenamorados.htm

Saludos

Carmen dijo...

Hola Manuel. Soy de Antequera, y he encontrado tu blog buscando el Google cierta información que me hacía falta sobre mi ciudad. Me alegro que te gustara mucho. Es ciertamente muy bonita, y muy antigue e histótica. Tiene incluso dólmenes, así que imagina.

En fin, que sólo eso. es curioso lo que puede aparecer en google cuando se busca algo, ¿verdad?

Anónimo dijo...

Hola Manuel: Soy de Antequera, aunque llevo ya más de 30 años viviendo en Granada. Tu apellido proviene, quizás con mucha certza, de los moriscos antequernos que huyen tras la conquista de la ciudad por Fernando, valido de Juan II de Castilla y con posterioridad Rey de Aragón por el Compromiso de Caspe, trono que sumió con el nombre de Fernando el de Antequera. Pues bien, estos moriscos, se asentaron en Granada,a fundando el barrio o arrabal de la Antequeruela, en cuya zona, siglos más tarde, vivió y alumbro parte de sus mejpores obras D. Manuel de Falla. Los moriscos allí asentados tomaron más tarde, tras su conversión, el apellido "Antequera". El topónimo de la ciudad responde al superlativo latino de "antiquus", de donde deriva también la palabra "anticuario", en nuestro caso Antiqaria, de donde los árabes tomran "Medina Anticaria" y de ahí a la actual Antequera. Tu apellido, presente, se une con un muy antiguo pasado, que hunde sus raices allá por los años 3000 a C., en la historia escrita, en este cso con la piedra, que representan el Dólmen de Menga y posiblmente muchos siglos antes en esa historia que no tiene documentos pero cuyo asentamiento hizo posible que muchos años después, dos personas, unidas por su origen y su apellido, tu y yo, a través de este medio cibernético, nos demos un sludo y nos enviemos todo nuestro afecto.

Unknown dijo...

Guau amigo, qué historia más increíble, y qué hermoso gesto que la hayas escrito en este blog, permitiendo efectivamente que nos unamos con una magia cósmica, gracias a Antequera.
un abrazo emocionado querido amigo,
Manuel Guerrero ANTEQUERA!!!

PD: Mi abuelo materno se volverá loco cuando le cuente esto... loco de alegría y dicha!