23 septiembre 2012

Temita q recomiendo para cerrar este domingo: Green Onions de Booker T & The MG's

A inicios de los años 60 la exploración de estilos musicales se daba en la forma más espontánea que podía haber. Los músicos de estudio, que eran contratados por horas para acompañar a algún artista destacado, pasaban largos ratos a la espera de las distintas tomas de sonido. Provenían del jazz, el rock&roll, de bandas country y algunos del naciente soul. Blancos y negros mezclados, sin mucho que hacer entre grabación y grabación, improvisaban alguna combinación de acordes contagiosos, y los demás, incluso sin conocerse, se animaban y le ponían de lo suyo. La mayor parte de las veces no sucedía nada extraordinario, pero en contadas ocasiones se desataba el milagro.

Este es el caso de "Green Onions" (cebollines). Cuatro músicos que ni siquiera conformaban una banda -el organista Booker T, el guitarrista Steve Cropper, el bajista Lewis Steinberg y batero Al Jackson- trabajaban bajo el contrato del sello independiente Stax en 1962, propiedad del ingeniero Jim Stewart. Grababan el fondo musical en estilo country rockabilly de un jingle comercial de Billy Lee Riley. Mientras la cinta con el tema listo, al sobrar espacio le pidieron a Booker T que tocara algo en el órgano Hammond M1, algún acorde para llenar los espacios vacíos. Al poner la cinta grabada, y luego de escuchar cómo había quedado el comercial, sonaron la secuencia de acordes blusero jazzeros sueltos. Stewart pidió que la volvieran a tocar porque le sonó pegajoso. Los cuatro se pusieron a improvisar sobre esa base y es la forma en que Green Onions vino al mundo (logrando de paso que el sello Stax tuviera su primer single que logró el nro.1, en estilo R&B, en los Estados Unidos).


Lo bello de este tema, además de lo "oreja" que resulta generando un efecto adictivo que te lleva a escucharlo una y otra vez sin descanso, es que la música se vive en forma absolutamente gozosa. La mezcla de estilos en solo un par de minutos, logra una combinación perfecta entre la batería jazzera de Al Jackson que conversa todo el tiempo con el Hammond de Booker T en un lenguaje sensual afroamericano, mientras la guitarra de Cropper es filosa, hiriente, con la actitud propia del rockero blanco, que le grita a la urbe que él también existe, y para ello tiene que despejar y hacerse camino.

No hay un estilo puro con el que uno pueda identificar a este tema -algunos lo consideran la primera pieza instrumental del estilo mod-, y eso es lo encachado. Negros y blancos mezclados en el planeta música tocando como los dioses y disfrutando a concho su propia creación. La raja.

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