22 marzo 2012

Parque por la Paz Villa Grimaldi: Manifiesto de los 15 años

En este aniversario que conmemora la apertura del parque un 22 de marzo de 1997, quisiéramos agradecer todas las voluntades y energías reunidas.

A los sobrevivientes de Villa Grimaldi empeñados en la recuperación del sitio y en reconstruir la historia de este lugar con testimonios que, han permitido seguir buscando verdad y justicia pese al paso del tiempo.

A los familiares que asumieron desde los inicios que, este era un sitio de memoria de sus seres queridos.

A las organizaciones ciudadanas de La Reina y Peñalolén cuyas movilizaciones fueron decisivas para obtener la recuperación de este sitio.

A todos quienes han conformado los directorios, desde la constitución de la Corporación en 1996. También a todos los socios y socias que han aportado en voluntariado, ideas, presencia o significativos aportes materiales.

A todas las autoridades del Estado, gobiernos y parlamento que desde sus distintos roles y en diversas fases de desarrollo nos brindaron su apoyo para recuperar el sitio, obtener el comodato y transformarlo en Monumento Nacional.

A las instituciones internacionales, a los amigos y representaciones diplomáticas; y muy particularmente a los miembros de la Coalición de Sitios de Conciencia con quienes hemos compartido experiencias, enriqueciendo así nuestro trabajo, entre ellos Memoria Abierta de Argentina.

A las agrupaciones e instituciones de Memoria que en Chile hacen un trabajo por la construcción de Memoria y promoción de los Derechos Humanos.

A nuestros vecinos más inmediatos, las organizaciones sociales y al municipio de Peñalolén que nos han colaborado de muy diversa forma.

A los artistas y creadores que han estado en Villa Grimaldi animando las conmemoraciones y actividades culturales en una agenda continua y diversa de muchos años.

A los docentes y estudiantes que han visitado en forma creciente este sitio de memoria. Particularmente a los jóvenes a quienes la experiencia de estar en este parque y museo de sitio les ha fortalecido convicciones y esclarecido contextos.

A los medios de comunicación audiovisual, escrita, radial y electrónica que han difundido nuestros contenidos y logros.

A los jueces investigadores, a los abogados de DD.HH, a los religiosos comprometidos que han aportado a acrecentar la significación de Villa Grimaldi en Chile y el mundo.

A los profesionales, trabajadores y voluntarios que a lo largo de estos años han aportado a desarrollar diversas líneas de trabajo que hoy fortalecen nuestro quehacer.

A todas nuestras visitas, desde la mas anónima que prefirió no registrarse emocionada por la experiencia, hasta los y las jefas de Estado que nos visitaron, al igual que laureados escritores, reconocidos y admirados cantantes, diplomáticos, honorables defensoras y defensores de los derechos humanos, estudiosos y expertos en patrimonio y estudios de la memoria, que con su visita dieron difusión y realce a nuestra existencia.

A todas las instituciones del ámbito académico y patrimonial que en tanto convenios y sociedades hemos crecientemente desarrollado iniciativas.

En suma, a muchos y a muchas que han posibilitado que a 15 años de la apertura del Parque por la Paz Villa Grimaldi, este sea un espacio legitimado en Chile y el mundo por su aporte a la construcción de Memorias y promoción de Derechos Humanos.

Nuestros logros podrían medirse de variadas formas. Por los años de permanencia. Por todo lo que ya constituimos como sitio de memoria, con vestigios combinados con reconstrucciones y memoriales junto a valiosas colecciones como nuestro Archivo Oral. O con el número creciente de visitantes a través de los años, el que continúa acrecentándose en las modalidades de delegaciones estudiantiles y público en general. En definitiva, podemos ser medidos de múltiples maneras, y lo común será no sólo haber sorteado dificultades, tensiones y a veces incomprensiones, sino el que progresivamente hemos construido un sitio de memoria para aportar a las memorias de Chile y así aportar a la memoria de la humanidad.

Nacimos torciéndole la mano al destino que el Terrorismo de Estado había decidido para este sitio: borrar huellas, encubrir rastros, en suma impedir que fuera un espacio para la memoria, recordar a los nuestros y lo aquí acontecido, junto a la denuncia y al trabajo por la verdad y el nunca mas.

Cumplido el objetivo de recuperar este sitio de memoria, hoy nuestra misión es “preservar y comunicar la historia de Villa Grimaldi, como sitio patrimonial… vinculado a las víctimas y a las acciones del terrorismo de Estado perpetradas en el lugar, para promover la reparación simbólica y una cultura de derechos humanos como base de la convivencia democrática de nuestra sociedad”.

Y desde nuestra visión la tarea para “los próximos cinco años es consolidarnos como referente nacional e internacional en la recuperación y la transmisión de las memorias vinculadas al terrorismo de Estado y la promoción de una cultura de los derechos humanos”.

Nuestro 15 Aniversario transcurre en un Chile tensionado que, quiere una mejor democracia y que revela las injusticias del modelo económico y las limitaciones del modelo político. Como sitio de memoria, no podríamos sólo alegrarnos de alcanzar estos 15 años con nuestras puertas abiertas a todos y todas las chilenas. La posibilidad de plena vigencia de los derechos humanos, de todos los derechos humanos esta en directa relación con la participación y profundización de la democracia, en suma con una sociedad de derechos. Manifestarse y demandar derechos es una condición básica e irremplazable que en democracia no puede estar amenazada lo mismo que en dictadura.

Al finalizar, un emocionado recuerdo de todos y todas quienes perdieron la vida aquí en los años de la dictadura. También, el recuerdo de compañeras y compañeros que contribuyeron a esta tarea y hoy están entre nosotros.

DIRECTORIO CORPORACION PARQUE POR LA PAZ VILLA GRIMALDI

Peñalolén, 22 de marzo 2012.

20 marzo 2012

Carta Abierta a Parlamentarios: ¿Porqué limitaron convocatoria ciudadana en plebliscitos comunales?

1. Los partidos políticos si son instituciones democráticas, deben responder a la ciudadanía de sus acciones públicas.

Un grave problema de los partidos –y esta es una carencia transversal- es que han renunciado a dar una cuenta pública de las actividades que cumplen en el sistema político democrático. De este modo, poco y nada se sabe de cuáles son las razones que explican las conductas de sus dirigentes y sus acciones colectivas. En enero del 2012, inadvertidamente para la opinión pública, y de manera insólita, los partidos políticos con representación parlamentaria, resolvieron subir el porcentaje de firmas requerido para que la ciudadanía pueda en las comunas, resolver la realización de plebiscitos.

2. Los partidos le deben una explicación a la sociedad civil

Las organizaciones y personas abajo firmantes solicitamos explicaciones a la clase política en general, y específicamente a los miembros del Senado y la Cámara de Diputados que aprobaron a través de la ley 20.568 promulgada el 31 de enero de 2012, aumentar del 5 al 10 el porcentaje de firmas mínimo para que la ciudadaní­a de cada comuna pueda convocar a un plebiscito comunal. La ley 20.500 de participación ciudadana promulgada el 16 de febrero de 2011, había logrado disminuir este porcentaje del 10 al 5%.

Nos parece inconcebible que se legisle sin coherencia, cambiando las normas a menos de un año, sin la información a la ciudadanía sobre el tema y más aún sobre materias tan significativas para la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones sobre aspectos que afectan su propia vida.

Hoy nuestro país vive una crisis de representación que se ve fuertemente agudizada con este tipo de medidas. Se habla que se quiere avanzar en participación y sin embargo se actúa en forma incoherente. Nuestro país requiere importantes reformas institucionales que van desde propiciar una asamblea constituyente que genere una nueva Constitución para Chile, que incluya la iniciativa popular de ley; la posibilidad de convocatoria ciudadana a plebiscitos nacionales; la creación del Defensor del Pueblo u Ombudsman; un sistema electoral proporcional; la inclusión de cuotas de género o de una democracia paritaria. Además del desarrollo de primarias públicas, abiertas y vinculantes financiadas por el Estado; el límite en la relección de representantes; el voto de chilenos en el extranjero; la elección directa de consejeros regionales e intendentes. Se deben modificar los elevados quórum constitucionales en el proceso legislativo; mejorar y transparentar el financiamiento de los partidos políticos y las campañas electorales, y cambiar el sistema de remplazo de nuestros parlamentarios.

Llevamos 22 años esperando estos cambios institucionales para afianzar la democracia y permitir mayor participación. Hoy solo pedimos coherencia y voluntad política, la cual se puede lograr en una pequeña medida, a través de la restitución del porcentaje del 5% en la solicitud de plebiscitos comunales en la ley que hoy se tramita en la Cámara de Diputados que modifica los plebiscitos y consultas comunales a través del boletín 7308.

3. Expresamos nuestra voluntad de defender la participación democrática y efectuar un control ciudadano del accionar de los partidos.

Porque creemos en la soberanía popular y nuestros representantes deben responder a la voluntad del pueblo seguiremos fiscalizando vuestro actuar. Los partidos quedan informados que frente a las decisiones que adopten contra los derechos de la ciudadanía encontrarán una sociedad civil vigilante, que sabrá dejar en evidencia como su práctica contradice sus discursos.

Danae Mlynarz Puig, Presidenta Grupo Mujeres Plaza Ñuñoa


Francisco Javier Estévez, Círculo de Políticas Participativas


Martín Pascual, Presidente de ACCION


Patricio Herman, Presidente Defendamos la Ciudad


Maya Fernández Allende, Concejala de Ñuñoa


Manuel Guerrero, Concejal de Ñuñoa


Claudia Pizarro, Concejala de La Pintana


Ismael Calderón, Concejal de Santiago

Marisol Bravo, Presidenta Junta de Vecinos Universidad Ñuñoa, Consejera Consejo de la sociedad civil de Ñuñoa

Alejandro Jiménez Michelis, Presidente Junta de Vecinos Arturo Prats, Consejero Consejo de la Sociedad Civil de Ñuñoa

Eugenio Labarca, Presidente Asociación Microempresarios de Ñuñoa A.G., Consejero Consejo de la Sociedad Civil de Ñuñoa

Mauricio Riveros, Consejero Consejo de la Sociedad Civil de Ñuñoa

Josefa Errázuriz, Presidenta Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Providencia

Paula Mendoza, Presidenta Junta de Vecinos Consistorial Ñuñoa

Víctor Zúñiga, Presidente Junta de Vecinos Eusebio Lillo Ñuñoa

Jossie Escarate, Presidenta Junta de Vecinos Comunidad Ecológica de Peñalolén

Gloria de la Fuente, Directora Área Política Fundación Chile 21.

Claudio Rodríguez Díaz, Trabajador Social, Instituto Alejandro Lipschutz

Hugo Espinoza, Sociólogo Instituto Igualdad

Cecilia Leblanc, Directora Escuela de Trabajo Social, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Gabriela Mlynarz, Coordinadora Vecinal de la Reina

Pedro Davis, Coordinadora Vecinal de la Reina

Patricio González, Presidente Centro Cultural Cordillera

Omar Ruz, Presidente del Colegio de Asistentes Sociales de Chile

Enzo Abbagliati, Director elquintopoder.cl, Fundación Democracia y Desarrollo

Luis Marín, Sociólogo, CIPDEL

Gina Cristi, Grupo Mujeres Plaza Ñuñoa

Susana Norambuena, Psicóloga, Secretaria Grupo Mujeres Plaza Ñuñoa

María Raquel Díaz, Abogada, Grupo Mujeres Plaza Ñuñoa

Tatiana Hernández Comandini, Socióloga

Raquel Neira Oviedo, Socióloga

Guillermo Crovari Belmar, Trabajador Social

Gloria Muñoz, Grupo PSiÑuñoa

Rodrigo Ahumada, Trabajador Social, Docente Universidad Academia de Humanismo Cristiano

María Isabel Arthur, Grupo Mujeres Plaza Ñuñoa

Mónica Rodríguez, Grupo Mujeres Plaza Ñuñoa

Victoria Romeo, Secretaria Junta de Vecinos Javiera Carrera, Ñuñoa

Alexis Valenzuela, Trabajador Social

Edmundo Mercado, Trabajador Social

Pablo Morris, Sociólogo

Osvaldo Torres, Antropólogo, Director Ejecutivo ACHNU

Lake Sagaris, escritora y urbanista, fundadora de Ciudad Viva

Enrique Norambuena Aguilar, Defensor de DDHH en Discapacidad 2010, OACNUDH

Ricardo Lizana Rosas

Valentina Villegas Rivera

19 marzo 2012

Testimonio Denuncia Vejaciones en Comisaría Premiada de Puente Alto

Recibí este testimonio, que comparto por la gravedad que constata.
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VEJACIONES Y ABUSOS EN LA COMISARÍA PREMIADA

Desde las 23:30 del pasado jueves 15 y hasta las 00:50 del viernes 16 de marzo, tuve la oportunidad de conocer la 38ava Comisaría de Puente Alto como usuario que quiso  ejercer sus derechos ciudadanos. Sólo posteriormente, me entere por  el sitio web del municipio respectivo, que  un ranking de la empresa Global Altus, la había situado como el mejor cuartel de Latinoamérica durante 2010.

Esa noche de jueves estaban convocadas manifestaciones y caceroleos en apoyo de Aysén. Ese territorio de esforzados colonos que, de pronto y como respuesta a viejas y transversales demandas resultaba ocupado por fuerzas policiales aerotransportados en poderosos aviones “Hércules”, con lluvia de lacrimógenas y balines, en vez de estrellas fugaces en la quietud de la noche patagónica.

Esa noche, al enterarnos que nuestra hija Anaclara de 19 años, estudiante de segundo año de Historia en la Universidad de Santiago (USACH), había sido detenida por carabineros en las inmediaciones de la estación de Metro “Elisa Correa”, próxima a Puente Alto nos desplazamos rápido  junto a su madre.

Al comienzo, sólo sabíamos que junto a compañeros de universidad y a otros jóvenes y vecinos de la población “Andes del Sur”, participaba de una marcha en apoyo a Aysén. No sabíamos nada más. Cuando llegamos al moderno cuartel policial, ya se encontraba allí un grupo de familiares y una observadora de DD.HH de casco celeste. De inmediato solicitamos hablar con el jefe responsable. El cuartel lucia impecable, y tenía en forma destacada  los retratos del presidente Piñera y del general director González Jure, quizás para dar seguridad de que en ese lugar uno podía tener la certeza imperaba la Constitución, las leyes y  los procedimientos correctos en tiempos de Democracia, por más subdesarrollada esta fuera.

Muy pronto con los demás familiares fuimos reconstruyendo lo sucedido y de allí intuyendo lo que serían esas horas. Una marcha y caceroleo de un centenar de personas que sin mediar nada, era violentamente atacada por piquetes policiales  que equipados como Fuerzas Especiales habían arremetido con bombas lacrimógenas hacia  las casas, los manifestantes y los árboles (incendiando uno de ellos). Ese piquete protegido en la noche, sus escudos y el anonimato de sus placas de servicio escondidas, había reducido a diez jóvenes con bastonazos, golpes de puño y puntapiés. Entre ellos,  la única mujer: mi hija Anaclara.

El suboficial que nos recibió se presentó como Exequiel Jara Merino. Le pedimos ver la condición de Anaclara y nos dijo que no se podía porque “estaban en el registro de antecedentes y constatación de lesiones”. Insistimos en que no estaba incomunicada y que por tanto teníamos derecho a verla. Impasible y caballeroso insistió que no se les podía “distraer”. Pero la verdad era otra y su tarea era la contención nuestra, respecto de lo que sucedía al interior del mejor cuartel del continente.

Entre las 23:00 y las 05:00 luego de la violenta aprehensión, los jóvenes fueron separados y en el caso de Anaclara obligada a desnudarse por dos jóvenes funcionarias, que la obligaron a realizar flexiones en esa condición. Cuando ella les dijo a las carabineras que eso “era un trato vejatorio e ilegal”, las funcionarias sólo le mostraron sus bastones…seguido de amenazas y burlas.

En simultánea, los familiares allí reunidos insistíamos sobre nuestro derecho a ver el estado en el que estaban los detenidos y el suboficial Jara esgrimía “que estaban ubicando al fiscal de turno”. Luego, cuando los sacaron a constatar lesiones, el Hospital Sotero del Río a escasos minutos del cuartel no era el lugar escogido, sino un distante consultorio en la población San Gregorio. En el trayecto hacia dicho recinto y al pasar el radio patrullas frente a un sitio eriazo uno de los funcionarios-aprehensores  le decía a Anaclara: “te podrías perder por allí…” , mientras sus compañeros esposados en otro vehículo eran objeto de burlas y amenazas.

Realizada la constatación de lesiones, hematomas en la boca y piernas en el caso de Anaclara, la esperaba una nueva prueba: un calabozo con dos mujeres detenidas, una por consumo de pasta base y otra por riña. El cargo esgrimido por carabineros ante el fiscal-del que nunca supimos el nombre- fue “desordenes en la vía pública”, que al ser desestimado  significo la libertad incondicional de los diez jóvenes, de ellos dos menores de edad alrededor de las 05:00 de la madrugada del viernes 16 de marzo.

Finalmente, al rencontrarnos en la comisaría con Anaclara y enterarnos de los golpes y la vejación de obligarla a desnudarse, exigimos nuevamente hablar con el suboficial Jara, pero este ya no estaba visible y sólo atendía por teléfono: así le expresamos los derechos violados a nuestra hija y a esos jóvenes estudiantes. Como única respuesta, él reiteraba argumentos vacíos, en ese extraño argot de carabineros, para hablar para nada decir.

Los derechos del detenido que adornaban las paredes del moderno edificio, sólo fueron leídos al final, cuando habían sido absolutamente vulnerados y los liberados firmaban bajo presión papeles de entrega de sus enseres. Ya lejos de la 38ava y queriendo dejar atrás una noche de pesadilla en el cuartel más exitoso de América, al revisar sus pertenencia Anaclara descubría que no estaba su carnet de identidad. Nuevamente nos comunicábamos por teléfono con el suboficial Jara, quien negaba que el documento lo tuviesen en su poder, entones: ¿habían presentado ante el fiscal de turno a una detenida sin identificar? ¿Y en esas condiciones como podían dejarla en libertad? Esa era la gota que faltaba. Nunca supimos donde estaba el Jefe de este “destacado cuartel” el mayor Alejandro Casanova Madrid. Al marcharnos, no tuvimos ningún papel como constancia de las lesiones, porque ello dependía de trámites por hacer ante la respectiva fiscalía. En ese momento las pruebas eran nuestros testimonios y lo que a partir de allí decidiéramos hacer.

Esa madrugada me aleje pensando muchas cosas. En Manuel Gutiérrez el joven acribillado por la subametralladora de un carabinero en septiembre del 2011 en Macul. En los dichos de aquel entonces del general director: “Si alguien se excede en sus atribuciones, voy a salir a poner la cara por la institución y decir: nos equivocamos, vamos a corregir y determinar las sanciones y voy a ser muy franco en decirlo”. También pensé en la tortura en los cuarteles secretos de la DINA-CNI donde el  desnudo era parte esencial para afectar la dignidad y la condición de ser humano; en la tortura propia en el Cuartel Borgoño el año 84, en la colaboración -judicialmente probada- de carabineros en el secuestro y asesinato de mi hermano el año 86…en todas las denuncias del 2011 de torturas a estudiantes en el trayecto de los buses policiales con golpes y manoseos de parte de los efectivos a muchachas y muchachos reducidos e inermes. El pasado siniestro de Chile reaparecía en la impudicia de funcionarios que, seguro se sentían respaldados y todo ello en una destacada comisaría del sur de Santiago.

Había leído en las noticias de los últimos días dictámenes judiciales que en Temuco amparaban a familias mapuches abusadas en la comunidad Jineo, donde había uso vejatorio e irracional de la fuerza en contra de mujeres y niños y que en Aysén, en las últimas horas se les prohibía utilizar bombas lacrimógenas y balines en determinadas poblaciones, también por mandato judicial. Luego, el viernes último encontré estas declaraciones del general director sobre los sucesos últimos ocurridos en Aysén: "nosotros analizamos todos los procedimientos y en ese sentido tenemos que ajustar esos procedimientos e impedir que se produzcan ese tipo de acciones o actos individuales por parte de algunos funcionarios...”. ¿Qué valor tenían todos esos dichos del general González Jure al lado de la evidencia vivida en la 38ava comisaría de Puente Alto?

Pero, aún faltaba una pieza clave para entender todo esto. Lo vivido esa madrugada y lo de Aysén, las movilizaciones estudiantiles que se reiniciaban nuevamente en medio de prohibiciones y bombas, apaleos y centenares de detenciones en el centro de la capital, los informes del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y del Observatorio de la Universidad Diego Portales (UDP) y de otras entidades que continuaban reiterando que la criminalización del derecho a manifestarse por parte de este gobierno ha dejado a carabineros como fuerza de choque con parámetros absolutamente relativizados en sus procedimientos policiales

Eso que faltaba lo encontré el sábado 17 en una entrevista en un medio nacional a Roberto Méndez experto en encuestas que afirmaba:”la única opción de La Moneda es mostrar dureza”,  y ello para conseguir estabilizarse en un tercio de apoyo y ver recuperar al menos el 40% en los próximos estudios de opinión. Entonces, conecte todo. Aysén, la 38ava, la Ley de Seguridad Interior del Estado, y los propósitos de Hinzpeter y este gobierno.

Difícil  escenario el de un país donde crecientes y disimiles mayorías ciudadanas  exigen derechos y levantan demandas frente a un gobierno que no escucha y exacerba conflictos y que además utiliza una fuerza policial lanzada a saltar sus procedimientos, transformándolos en la “normalidad” de su proceder. Una policía que encubre arbitrariedades, realiza  vejaciones y practica la tortura. Una policía que demora la entrega de los detenidos, que los incomunica de hecho, mientras los vejan y niegan mostrarlos a familiares situados a pocos metros.

Hoy los observadores de DD.HH están convertidos en el nuevo “Movimientos Sebastián Acevedo” del cura Aldunate y el INDH, la Defensoría Popular  y otras instituciones, en algo así como la Vicaría. Todo un retroceso de nuestra alicaída democracia.

¿Qué hará el general González Jure si de su accionar policial en múltiples frentes depende que el gobierno se mantenga o suba en las encuestas? ¿Qué inventará  Hinzpeter ante nuevas regiones demandando sentidas reivindicaciones? ¿Que sucederá el próximo 29 de marzo, día en que se conmemora el asesinato de los hermanos Vergara Toledo? ¿Qué haremos los ciudadanos de a pie para impedir que la criminalización de la movilización social reinstale la tortura, los abusos y las arbitrariedades en los cuarteles y accionar policial?

Espero que el sembrar terror no les funcione. Como hoy dicen los patagones de Aysén con sus voces sencillas y firmes: no hay que tenerle miedo al miedo.

Ignacio Vidaurrázaga Manríquez, periodista.
ividaurrazaga@yahoo.com
18 de marzo 2012