29 octubre 2012
Chao Labbé, Chao Sabat. Que venga la vida!
Buenos días! Aún estoy a punto de romper en llanto de felicidad a cada rato. Pienso en víctimas de Krassnoff y con mi madre aguantando las lacrimógenas ante el Club Providencia. (Pepa, nos has reparado!) Pienso en el Chicho-Tati y Maya (te quiero amiga!). En José y Carola Tohá (abrazos!). En mi viejo y su Partido que cumple 100 años y sigue ayudando a la unidad de las fuerzas democráticas contra el fascismo en forma generosa (hay una lectura política correcta que valorar!). Pienso en la posibilidad que se articule una oposición plural vinculada a movimientos sociales y ciudadanía activa (sí, hay que ocuparse de la alta abstención, sin soberbia estoy seguro se pueden poner puentes de entendimiento y acción!). Pienso en cada sacrificio de tantos y tantas, también en Ñuñoa. En los malos ratos, en las violencias resistidas, en los afectos que persistieron. Vuelvo a pensar en Maya y me alegra tanto su convicción de ir con todo en esta elección, ante un Sabat matonesco (ustedes supieran lo que es eso!). En Josefa y su trabajo de años en Ciudad Viva. En Claudina, Jadue, Ballesteros, Darío Quiroga nuevo concejal en el norte, Claudia Pascual primera mayoría en Santiago, el jovensísimo Ariel Ramos que ganó en Maipú (comuna de mi familia Guerrero), la Ale Placencia asume como nueva concejala en Ñuñoa, y muchos/as más. Uf, tanto esfuerzo humano creativo junto, a punta de esperanzas. Quiero Justicia, Paz, Libertad. Que esto cambie como en América Latina. Pienso en nuestros peñis mapuche, no los olvidemos ni un segundo! Para mi despertar hoy es eso, un Despertar. Un baño de esperanzas y un gran gran lección de humanidad y humildad que la acojo y elaboro. Tengo mucho que aprender y aprehender. Ahora cojo mi bici y guitarra, alegre de haber formado parte con todo lo que pude dar junto a los compas de Ciudad Elefante, cada 29 de marzo en el corazón de Providencia, y a Barrio Ñuñoa que me acompañaron generosos en este periplo ñuñoíno. Feliz de abrazar a mis lunitas y a ella la bella. Feliz por la felicidad de mi madre.
Chao Labbé, chao Sabat. Que venga la vida, seguimos!
Abrazos, Manuel.
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