Nos vemos en Marzo

A este lado del continente algunos asalariados tenemos la fortuna -el derecho ganado, más bien- de contar con vacaciones en febrero. Es mi caso, y como ya va siendo una sana tradición, con mis maravillosas lunitas nos trasladamos a Montevideo, a tomar mate con los hermanos uruguayos, visitar librerías de noche, escuchar a Zitarrosa y Mateo, y bailar al ritmo de las llamadas de los barrios. Pero no todo debe ser urbe, hay que retomar el contacto con la naturaleza a solas, por lo que viajamos luego a una preciosa playa cerca de la frontera con Brasil, donde no hay luz eléctrica y en los ranchitos uno mismo debe bombear el agua que necesita para el día. Junto a los médanos blancos solo nos acompañamos de nuestro amor, la guitarra y el ritmo del candombe con quienes aún conservan vigorosa su identidad rebelde, profunda, de raíces africanas, rodeados de caballos, vacas que pastan y sombras de árboles que invitan a dormir, jugar y leer.

Será hasta el regreso de este hermoso periplo que nos volveremos a encontrar en este espacio. A desatar la imaginación, la líbido, la creatividad al golpe del sol y el agua salada. A erotizar la vida, para volver con las baterías cargadas de proyectos y fuerza para llevarlos a cabo. A renovar el Newen, la fuerza de la vida, como le llaman nuestros hermanos mapuche.

Abrazos, nos vemos pronto, recargados!
Manuel.