No obstante no soy un as para la pelota, disfruto mucho jugar una pichanga. También las veces que puedo me gusta sentarme, ojalá junto a mis hijas porque se ríen mucho de mis gritos, a ver algún partido por televisión. Más me gusta ir con mi amigo Camello y su hijo a la estadio a hinchar por el Colo, gane o pierda. Y tengo la camiseta del albo que me pongo los fines de semana, y también la de Boca, el equipo del mágico Maradona. Y sobre todo disfruto las transmisiones en vivo de cualquier partido de fútbol en Al Aire Vivo en Cooperativa. Comparto el sentimiento por esta actividad que Borges nunca aprobó, y me gusta vibrar junto a miles desconocidos unidos, abrazados cuando el equipo de uno marca un gol...
Pero nunca, nunca se me pasaría por la cabeza golpear, siquiera insultar a otro por no pertenecer al equipo de uno. ¿Qué tiene que ver eso con el deporte? Sin duda han de haber causas sociológicas para explicar este fenómeno, como exclusión social, marginalidad, falta de espacios para el desarrollo de habilidades afectivas, en fin, un triste largo etcétera real en nuestras sociedades que respiran capitalismo salvaje por cada poro. Sin embargo, frente a noticias como la siguiente no cabe sino indignarse, pues no debe haber nada más absurdo y patético que la xenofobia por motivos tan básicos como un partido de fútbol...
"En el día jueves 17 de octubre, con ocasión del Partido de Futbol entre las Selecciones de Chile y Peru, un grupo de unos diez jóvenes escolares a las 16.00 hrs irrumpieron al lado de la Catedral con insultos, agresiones y hostigamientos hacia las organizaciones y peruanos reunidos en el lugar, entre otros insultos que no repetimos por respeto a ustedes la siguiente frase:
“Peruanos muertos de hambre nosotros les damos que tragar"
El grupo acorraló a los dirigentes peruanos en el lugar, por lo que debieron salir corriendo sin que la policía adoptara ninguna medida de protección.
Cabe recordar el caso de Enrique Pajuelo, joven peruano que quedó paralítico de por vida a causa de golpes que le propinaron hinchas chilenos después de un Partido de Futbol entre Chile y Peru.
Enrique hoy está postrado sin poder moverse de por vida a causa de la
En Chile muere un migrante cada 19 días ..
Enviaremos una alerta sobre el tema, hemos entregado la solidaridad a los dirigentes peruanos afectados y solicitaremos explicaciones a las autoridades sobre el punto,
Con estupefacción,
Dirección Ejecutiva
Observatorio Control Interamericano de los Derechos de los Migrantes
OCIM
www.migrante.info
www.observatoriomigrantes.org
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