Por lo que pude observar, el día de los enamorados resultó bastante estresante para muchos. Hay toda una parafernalia en torno al día que genera una expectativa y presión social que cae con especial fuerza sobre las personas sin pareja, como si tal condición u opción les privara de ser parte de la celebración del amor, haciéndolas equivocadamente sentirse mal. La presión también se extiende a las personas que no están solas, pues se impone la espera de signos públicos de expresión de enamoramiento.
Para más remate, la propia concepción del amor que se hace circular de forma dominante es solo una de las versiones posibles de lo que se puede entender por amor. Hay una fuerte carga de romanticismo exponencial, de corazones rojos -hasta cuándo insistimos con ese músculo que solo bombea sangre- y declaraciones de entrega extremas que, a ratos, parecen bastante acartonadas, pero que en el día de San Valentín encuentran cabida como políticamente correctas.
Con esto no quiero negar la autenticidad de muchos de los gestos expresados. Toda ocasión es buena si se trata de comunicar afectos positivos, pero creo que hay mucha compulsión forzada. Vivimos el 14 de febrero como si en sus 24 horas se jugaran cosas importantes, lo que es una simple ilusión de control respecto de un fenómeno complejo, el amor, que se escapa a una definición simple, y que por lo mismo solemos tratarlo como misterio o milagro. Relación, actitud, predisposición, es muchas cosas que no se agotan en una caja de bombones (aunque siempre sea rico comerlos).
Dándole un poco de vuelta al asunto para mi la aproximación al amor que más me convoca es la que canta Charly: "Cuando uno tira para abajo, es mejor no estar atado a nada, imaginen a los dinosarios en la cama". Amor como algo que no ata, para cuando tiremos para abajo lo hagamos de la forma más liviana posible. Amor que no es carga, sino que -por el contrario-, aliviana la carga. Amor como nombre para el goce del tiempo que cada uno vive, pues cada momento que pasa es uno menos; de ahí la valía de cada instante ("la vida es eterna en cinco minutos"). Amor como aumento de la potencia de ser de cada quien; desde el apoyo mutuo, evitando el sufrimiento propio y el ajeno, aumentando la alegría de estar vivos.
Es una tontera reducir el día de los enamorados a tener pareja. Se puede amar de infinitas formas posibles. Una de ellas es en pareja y el 14 de febrero es solo un día más.
Parafraseando a Violeta, doy gracias a la vida porque he amado tanto. Y lo he podido hacer en la más amorosa de las compañías posibles. San Valentín no tiene nada que ver con eso.
De recuerdos, olvidos y deseos
Blog personal de Manuel Guerrero Antequera
16 febrero 2017
27 febrero 2016
Los muertos de mi felicidad
Como parte del regaloneo de nuestro aniversario de pareja, ella la bella me obsequió un masaje a dúo, en que asistimos juntos a una sesión de sauna y relajación. Una experiencia de alta sensibilidad, en un espacio muy bien llevado, que invita al cuidado y respeto, la reflexión, el dejarse ir y estar, en el aquí y ahora. En el disfrute del pasar de un espacio a otro, en un ambiente de máxima intimidad, en que los sentidos son activados por aromas, aguas, aceites y paños de distintas temperaturas, imbuidos en un diseño minimalista que llama a la paz interior, en la vivencia de un compartir en pareja simple y feliz, al momento en que en uno de los masajes, recostado en una camilla cómoda, me fue suavamente cubierta la vista para solo ser uno con lo que sucedía placenteramente en mi cuerpo del cual iba, palmo a palmo, tomando conciencia con respiración regular, me vi intervenido por un recuerdo ajeno, que yo no viví, pero que vivieron tantos, cercanos y lejanos a mí. En esa exposición semidesnuda, con la vista vendada, sin conocer la rutina de lo que seguiría, pensé en los torturados. Fue solo un momento fugaz, pues rápidamente mi mente llamó a la calma, a no confundir espacios y realidades, a no dejarme invadir y recorrer por aquella experiencia límite radicalmente diferente a lo que yo estaba viviendo. Sentí la desnudez de mis pies, la fragilidad de mis manos abiertas, la boca de mi estómago dirigida al techo indefensa, el peso de mi cabeza que reposaba sobre la camilla con la vista vedada, aguzando el oído en alerta. La situación es diametralmente distinta, no hay comparación que valga. Pero a nivel de sensaciones simplemente viajé hacia ese recuerdo que me ha llegado por testimonios que he trabajado y por la compañía que hice de pequeño a mi padre en sus sesiones de recuperación. Quien me masajeaba con delicadeza profesional puede que haya sentido alguna energía o tensión que delataban oscuros pensamientos. Al minuto estaba de regreso al aquí y ahora, viendo una bella flor de loto, colores cálidos amables que me envolvían, la suavidad enérgica de las manos que me recorrían no para dañarme, sino para regalarme paz. Oí la respiración de ella, la bella, que vivía en mi camilla contigua este momento de amor compartido que me regalaba. Volví a mi presente, atravesado por fantasmas, pero que soy capaz de acoger y despedir sin que bloqueen mi posibilidad de vida. Sentí compasión, no pena ni rabia, sino sorpresa, asombro, solidaridad, ternura por mis hermanos. Regresé y me conecté con la vista de mi mujer clara, que amo y me ama. Y sí, soy feliz, soy un hombre feliz, y quiero que me perdonen en este y todos los días, los muertos de mi felicidad.
19 octubre 2015
Un #MemorialParaProvidencia
Mañana martes 20 de octubre en el Concejo Municipal de Providencia se votará el proyecto de Memorial que ha venido trabajando durante años Ciudad Elefante, y que fue acogido por la alcaldesa y su equipo, realizando mejoras a partir de reuniones con los vecinos de Av. Los Leones con El Vergel. En ese lugar en 1985 funcionaba el Colegio Latinoamericano de Integración, del cual yo era estudiante junto a Javiera, Camilo y Juanjo; mi padre profesor y José Manuel Parada apoderado. El 29 de marzo, como es ya medianamente conocido por el país, efectivos de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros de Chile, secuestraron de la puerta del colegio a mi papá junto a José Manuel, y balearon al profesor Leopoldo Muñoz, el tío Leo. A partir de ese 29 de marzo, cada año nos hemos reunido en esa esquina con la comunidad del Latino, amigos, vecinos, colegas y camaradas de nuestros padres para conmemorar lo ahí acontecido.
Durante 30 años hemos realizado una velatón artístico cultural, que cada año ha aumentado en cantidad de gente y cooperación del mundo artístico comprometido, en un diseño amable a inclusivo en que la memoria se conecta en el espacio público no solo con el horror del Terrorismo de Estado, sino principalmente con el lugar de vida cotidiana, trabajo y compromiso de lo que fueron los Manueles y don Santiago. Por ello, la velatón ha llevado por años el nombre de 'Con Memoria y Alegría, Adelante por la Vida', pues hemos hecho la apuesta de vincularnos con las militancias, sueños, esfuerzos y apuestas de estos compatriotas, realzando su luz, afecto, ideario humanista radical de entusiastas luchadores sociales.
En estas velatones hemos visto crecer a nuestras propias hijas, quienes serían las nietas de los Manueles. También hemos visto pasar a la generaciones mayores, que han compartido su palabra y recuerdo, conectados con las necesidades de hoy. Treinta años hemos convocado a esa esquina, rescatando el amor de quienes ahí conversaban sobre el país y se coordinaban para seguir viviendo en la forma en que ellos habían optado vivir, luchando por el destino común. ¡Qué mejor clase de ciudadanía y ética cívica que realzar esas vidas! ¡Qué mejor manera de transmitir el recuerdo para reconocernos en ellos para seguir adelante! Qué mejor enseñanza de lo que el Estado es capaz de hacer con sus ciudadanos cuando éste no está puesto el servicio de la soberanía popular desde el juego democrático plural, sino secuestrado por agentes envilecidos que atentaron contra su propio pueblo. Esa esquina es un lugar de historia viva.
Triste lo ahí ocurrido. Nos marcó a sangre y fuego, por encima y debajo de la piel. Pero también nos inspira para perseverar, desde el mensaje de que esto es parte de la historia de Chile. De su horror pero también de su gente que fue capaz de salir del miedo. En esa esquina se expresan la dimensión compleja de lo que fuimos en dictadura como sociedad y que quisiéramos superarlo abriéndonos a nuevas posibilidades de vivir juntos en instituciones justas que no humillen a las personas.
Mañana se vota el proyecto de memorial que incorpora al diseño urbano esta marca de memoria. Es un proyecto que considera tres hitos que recuerdan a los Manueles y don Santiago, y que en medio de un paisaje invita a detenerse por un momento, genera encuentro, reflexión. Una pausa para mirar al pasado presente. Se trata de un lugar de memoria que en muchas partes del mundo le llaman "sitio de conciencia".
Es una oportunidad para la comuna de Providencia acoger en forma oficial su propia historia. Si bien está en un bien nacional de uso público, el diseño del memorial contempla las opiniones de los vecinos que escogieron vivir en el lugar en que antes estaba el Colegio Latinoamericano. Es armónico y bello.
Tengo esperanza en que este trabajo de años recibirá el apoyo del gobierno comunal en su conjunto. Por nuestros vivos y nuestro muertos. Por el pasado que nos reclama justicia. Por el presente, para que también sea nuestro. Señores y señoras Concejales, ahora de ustedes depende. En el hoy se juega el mañana que queremos para todas y todos.
04 octubre 2015
#TalDiaComoHoy de 1917 nació Violeta Parra. Nuestra profeta, guía-raíz-proyecto vivo
#TalDiaComoHoy de 1917 nació Violeta Parra. Una de las personas más creativas, estudiosas, corajudas y amorosas de Chile.
Si, por angas o por mangas, has podido leer las pequeñas entradas que suelo escribir en este espacio, ya sabrás que ella reúne todo lo que considero lo más integral que puede alcanzar un ser humano. El arte, la ciencia, la participación política y el amor. En el caso de Violeta, la maestra, todo conjugado en su máxima expresión e intensidad. Y articulado y vivido, desde una perspectiva fundamental que es el piso desde el cual ella crea, investiga, lucha y ama: Una ontología del ser humano y el universo en su conjunto que se comprende y experimenta desde el que aparece como cuarto elemento en esta serie, pero que en realidad es el primero, el Amor (así con mayúsculas).
Fíjate en esto: "Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber". Esta es una declaración en la que subyace una comprensión profunda del fenómeno humano y de la vida en general. Violeta ve todo desde esta perspectiva. Nos propone, y su propia existencia es un ejemplo de ello, que la verdadera ciencia es la que proviene del encuentro con el otro, desde el darse al otro. El verdadero arte es el que presta oído y hace aparecer esta dimensión de los elementos. Y una vez que se asume, transforma: "Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes".
Por contra, la negación del amor es la muerte. Y su Gavilán, y el propio suicidio, fue la premonición de lo que se consumaría en el Golpe de 1973: el triunfo -temporal, esperemos, de nosotros depende-, de la cultura de la muerte.
Desde el fondo místico -por ponerle un nombre-, que también me habita, creo que en distintas culturas y regiones han identificado a personas en la calidad de profetas, que con su vida y enseñanzas revelan una sabiduría que perdura y, al dejarse rozar y guiarse por y desde ellas -en una interpretación siempre abierta y nueva, de invención y herencia, en ningún caso desde el dogma-, nos podemos comprender de manera distinta, saliendo transformados de su encuentro, pudiendo alcanzar nuevas posibilidades de ser. Características de este tipo se han relacionado a Buda, Moisés, Jesús, Mahoma, Krishna, entre otros/as. Pues yo agrego a Violeta Parra. Nuestra profeta, maestra, guía-raíz-proyecto vivo.
Feliz cumpleaños querida Violeta. A tu paso seguimos
Si, por angas o por mangas, has podido leer las pequeñas entradas que suelo escribir en este espacio, ya sabrás que ella reúne todo lo que considero lo más integral que puede alcanzar un ser humano. El arte, la ciencia, la participación política y el amor. En el caso de Violeta, la maestra, todo conjugado en su máxima expresión e intensidad. Y articulado y vivido, desde una perspectiva fundamental que es el piso desde el cual ella crea, investiga, lucha y ama: Una ontología del ser humano y el universo en su conjunto que se comprende y experimenta desde el que aparece como cuarto elemento en esta serie, pero que en realidad es el primero, el Amor (así con mayúsculas).
Fíjate en esto: "Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber". Esta es una declaración en la que subyace una comprensión profunda del fenómeno humano y de la vida en general. Violeta ve todo desde esta perspectiva. Nos propone, y su propia existencia es un ejemplo de ello, que la verdadera ciencia es la que proviene del encuentro con el otro, desde el darse al otro. El verdadero arte es el que presta oído y hace aparecer esta dimensión de los elementos. Y una vez que se asume, transforma: "Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes".
Por contra, la negación del amor es la muerte. Y su Gavilán, y el propio suicidio, fue la premonición de lo que se consumaría en el Golpe de 1973: el triunfo -temporal, esperemos, de nosotros depende-, de la cultura de la muerte.
Desde el fondo místico -por ponerle un nombre-, que también me habita, creo que en distintas culturas y regiones han identificado a personas en la calidad de profetas, que con su vida y enseñanzas revelan una sabiduría que perdura y, al dejarse rozar y guiarse por y desde ellas -en una interpretación siempre abierta y nueva, de invención y herencia, en ningún caso desde el dogma-, nos podemos comprender de manera distinta, saliendo transformados de su encuentro, pudiendo alcanzar nuevas posibilidades de ser. Características de este tipo se han relacionado a Buda, Moisés, Jesús, Mahoma, Krishna, entre otros/as. Pues yo agrego a Violeta Parra. Nuestra profeta, maestra, guía-raíz-proyecto vivo.
Feliz cumpleaños querida Violeta. A tu paso seguimos
28 septiembre 2015
#TalDiaComoHoy de 1932 nació Víctor Jara. Cumpliría 83 años.
Da para un ensayo más largo, pero en breves líneas quisiera declarar mi amor y admiración por este ser humano completo -creador, estudioso, activista político y amante-, que en su rica trayectoria de vida, truncada tempranamente por la violencia dictatorial, logró integrar con excelencia, originalidad y compromiso las distintas dimensiones que valoro de la actividad humana.
Víctor encarna al hombre de ciencia que persigue la verdad (en su caso el estudio e investigación teatral y del formato canción); el hombre de arte que busca la belleza (la creación y experimentación intergénero en la música, en el contexto de la Nueva Canción Chilena); el activismo político que aporta a la justicia social (su militancia revolucionaria con capacidad de establecer puentes con otras formas de vivir y comprender el compromiso político); y el hombre amoroso, que cultiva en su núcleo más íntimo aquello que proyecta a la sociedad (su relación de entrega, aprecio y respeto por sus padres, Joan y sus hijas, y un amor incondicional -herencia de Violeta Parra- al género humano, especialmente en su encarnación en lo popular).
Casi ninguna de las personas que admiro, incluyendo a mi padre, lograron desarrollar -en el espacio de vida que tuvieron-, estas cuatro dimensiones que yo mismo persigo en mi quehacer diario. Ciencia, arte, política y amor, cruzadas por una ética del don y la responsabilidad. Víctor Jara lo hizo. Y en todas las áreas que atravesó lo hizo además en forma destacada. No sólo fue un buen hombre, algo valioso que muy pocos logran, sino un excelente investigador, creador, revolucionario y amante.
Es una vergüenza para la sociedad chilena que no hayamos hecho justicia en su caso. Victor Jara es universal, incombustible e infinito. Modelo de referencia de alguien que viniendo del pueblo pobre logra, desde un empeño personal y creando redes sociales, valiéndose de la fuerza de proyección que otorga pertenecer a un colectivo, alcanzar los más altos umbrales de realización humana, generando en su entorno cambios y enseñanzas que perduran en el tiempo. Su trágica e injusta muerte no han logrado borrar todo lo que en vida creó, conquistó y sembró. Como él con máxima lucidez señaló, canto que ha sido valiente siempre será canción nueva. Víctor eres canto libre, la estrella de la esperanza que continuará siendo nuestra.
Gracias por todo. Feliz cumpleaños
Víctor encarna al hombre de ciencia que persigue la verdad (en su caso el estudio e investigación teatral y del formato canción); el hombre de arte que busca la belleza (la creación y experimentación intergénero en la música, en el contexto de la Nueva Canción Chilena); el activismo político que aporta a la justicia social (su militancia revolucionaria con capacidad de establecer puentes con otras formas de vivir y comprender el compromiso político); y el hombre amoroso, que cultiva en su núcleo más íntimo aquello que proyecta a la sociedad (su relación de entrega, aprecio y respeto por sus padres, Joan y sus hijas, y un amor incondicional -herencia de Violeta Parra- al género humano, especialmente en su encarnación en lo popular).
Casi ninguna de las personas que admiro, incluyendo a mi padre, lograron desarrollar -en el espacio de vida que tuvieron-, estas cuatro dimensiones que yo mismo persigo en mi quehacer diario. Ciencia, arte, política y amor, cruzadas por una ética del don y la responsabilidad. Víctor Jara lo hizo. Y en todas las áreas que atravesó lo hizo además en forma destacada. No sólo fue un buen hombre, algo valioso que muy pocos logran, sino un excelente investigador, creador, revolucionario y amante.
Es una vergüenza para la sociedad chilena que no hayamos hecho justicia en su caso. Victor Jara es universal, incombustible e infinito. Modelo de referencia de alguien que viniendo del pueblo pobre logra, desde un empeño personal y creando redes sociales, valiéndose de la fuerza de proyección que otorga pertenecer a un colectivo, alcanzar los más altos umbrales de realización humana, generando en su entorno cambios y enseñanzas que perduran en el tiempo. Su trágica e injusta muerte no han logrado borrar todo lo que en vida creó, conquistó y sembró. Como él con máxima lucidez señaló, canto que ha sido valiente siempre será canción nueva. Víctor eres canto libre, la estrella de la esperanza que continuará siendo nuestra.
Gracias por todo. Feliz cumpleaños
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